Santiago. De los 13 indocumentados fallecidos durante el accidente tras caer a las aguas del canal de riego, solo tres han sido retirados por sus familiares en el Instituto Nacionales de Ciencias Forenses.
En la mañana del miércoles, dos parientes acudieron para buscar a una cuarta víctima, Santres Sinilien, quien residía en el sector Pekín, al sur del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros y laboraba como tejedor.
Sinilien había sido apresado durante una redada de la Dirección General de Migración deportado hacia Haití, pero pagó una alta suma de dinero para ingresar a territorio dominicano. Se habla de que cada migrante pagó entre ocho y 10 mil pesos. Nolux Charvey y Watson Santelises, parientes de Sinilien narraron que acudieron la tarde del martes a reclamar el cuerpo de su pariente, pero allí le entregaron otro cadáver, pero al ver que no era su familiar lo dejaron en la morgue del Inacif.
Problemas para identificar
La identidad de las tres personas retiradas no fue ofrecida en el Instituto Nacionales de Ciencias Forenses ni por las autoridades que investigan el caso.
Dilome Flerey, de 28 años, es uno de los pocos que han sido identificados. Francor Felancey, tío de Flerey, retiró el cuerpo el pasado martes.
En la mañana del miércoles, la Procuraduría Especializada de Tráfico Ilícito y Trata de Personas que dirige la magistrada Johanna Bajarán asignó a un fiscal y a un militar que permanezcan en el Inacif de Santiago a la espera de que otros familiares puedan identificar a las nueve víctimas del accidente registrado la noche del domingo en la comunidad de Peñuela del municipio de Esperanza, en la provincia Valverde, y que siguen en la morgue. El cabo Roberto Cruz Rodore, del Departamento de Trata, dijo que la tarea es identificar a todas las víctimas.
Autoridades de Haití no se interesan por el caso
Desde el pasado martes la procuradora Johanna Bajarán trabaja en un levantamiento en Valverde y otras comunidades de la Línea Noroeste como parte de una investigación para dar con los integrantes de la red de contrabando y trata de personas. Sin embargo, todavía ninguna autoridad haitiana se ha presentado a la morgue para interesarse por sus compatriotas.
MIGUEL PONCE