¿Son los políticos una plaga?

POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- El sistema democrático en el que vivimos, con sus defectos y virtudes, es una HECHURA de los políticos.

El ascenso a la presidencia del actual y de todos los presidentes que hemos tenido, se ha sustentado en un partido político.

Es por eso que me sorprende escuchar a funcionarios del gobierno y hasta dirigentes del Partido Revolucionario Moderno expresar tanta desconfianza hacia los políticos.

Acepto que empresarios, miembros de la “sociedad civil” y sectores “independientes” se opongan a que dirigentes políticos ocupen posiciones en el Estado y cuestionen su honestidad.

Durante el debate para escoger al Defensor del Pueblo fui de los pocos que se opuso a que se sacaran de juego a los aspirantes con filiación partidaria.

Creo que los partidos tienen extraordinarios abogados que pueden dirigir con honestidad el Ministerio Publico y otras instancias judiciales.

Veo las filas de los partidos llenas de gente confiable, honesta y entregada. Sin embargo, me sorprende que desde el gobierno, ahora para justificar el Fideicomiso de Punta Catalina, aseguren que eso se ha hecho, para ALEJAR por 30 años la mano corrupta de los políticos a Punta Catalina.

¡Oh, padre! Aclaro que no estoy inscrito en ningún partido. Político soy, como ser humano. Pero esa aseveración, dicha por un funcionario, que llegó allí vía un partido político, encendió mis alarmas.

Los políticos parecen buenos para ganar elecciones y poner a los ¿independientes? de la sociedad civil o a empresarios a dirigir, pero ellos como tal no son confiables ni honestos.

Realmente ¿son los políticos una plaga que debe ser llevada a la hoguera?

Duarte no pensaba así, él dijo: “La política no es una especulación, es la ciencia más pura y la más digna, después de la filosofía de ocupar las inteligencias nobles”.

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