Supremo lacayismo

POR NARCISO ISA CONDE.- El Estado dominicano y sus gobiernos son tutelados y administrados por los mecanismos del poder imperialista transnacional, por representantes de la oligarquía capitalista cipaya y por las élites de una partidocracia perversa; todos insaciables en materia de corrupción y sumisión al poder del dinero.

Donald Trump y el neofascismo que representa y promueve es el nuevo engendro de un capitalismo imperialista decadente y en descomposición, dotado de sus delirios de grandeza y supremacía, y de la soberbia propia de las elites políticas y empresariales que dirigen esa superpotencia responsable –junto a Israel y otras potencias neocoloniales- de grandes crímenes de estado contra la humanidad,

Abinader y su gobierno empresarial han roto todos los récords de subordinación a Trump y a sus halcones. En su decreto número 500-25 -copiando órdenes ejecutivas de Donald Trump- hizo suya la fábula del “Cártel de los Soles” y asumió el recurso de atribuir condición de “terroristas” a todos los narcotraficantes; una narrativa empleado para militarizar supuestas o reales operaciones antidroga y usar el tema como pretexto para asesinar, agredir, intervenir e invadir militarmente países soberanos.

A seguidas, Abinader asumió como propio el bombardeo a cargo del Comando Sur a una lancha no identificada, ejecutado junto a la DNCD en las proximidades de la costa dominicana; matando por lo menos a tres tripulantes. Lo mismo que hacen unidades militares estadounidenses en otros litorales caribeños con la oposición de los gobiernos de Venezuela, Cuba, México, Colombia…
Pero hay más: por órdenes de Donald Trump, en contubernio con la ultraderecha estadounidense y continental, el gobierno de Luis Abinader, excluyó arbitrariamente de la “Cumbre de las América» a Cuba, Venezuela y Nicaragua. La misma ha sido convocada en nuestro país para los días 4 y 5 de diciembre del año en curso, con la determinación de impedir la presencia de esos tres países hermanos.

Solo un gobierno lacayo y cobarde en grado supremo, montado sobre un Estado neocolonial, controlado por el Comando Sur, la CIA, la DEA, el FMI y el Banco Mundial, se decide a asumir tan serviles y vergonzosas actitudes.

Esa decisión, calificada en lenguaje bien popular, es propia de gobernantes “chupamedias” o “limpia saco” de Mr. Trump en su rol de nuevo monarca imperial acompañado de su corte de asesinos.

Esta actitud servil, asumida en medio del actual despliegue militar del Pentágono en el Caribe, compromete al presidente Abinader – aún más que lo ya expresado en su decreto 500-25- con cualquier agresión militar en marcha contra cualquiera de esos tres pueblos hermanos. ¡Nuestra condena sin contemplaciones!

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