El cáncer del cuello uterino se asocia a la infección por el Virus de Papiloma Humano (VPH), el cual se transmite por contacto sexual y afecta a 8 de cada 10 personas (hombres y mujeres) en algún momento de la vida.
Existen más de 40 tipos de VPH, de los cuales, los tipos 16 y 18 causan el 70 % de los casos de cáncer en el mundo.
Algunos científicos afirman que todavía resulta asombroso que, siendo el cáncer de cervicouterino una enfermedad hasta un 70 % prevenible con la aplicación de una vacuna, cobre un número tan elevado de vidas.
Es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604 mil nuevos casos y 342 mil muertes en 2020, de acuerdo a los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que, si se mantienen las tendencias actuales, el número de muertes en las Américas aumentará en un 45 % para el año 2030.
La citología cervical (prueba de Papanicolau) es el mecanismo utilizado para la detección precoz del cáncer cervicouterino, permitiendo la reducción del número de muertes resultantes de esta enfermedad gracias a la detección oportuna de células malignas.
De acuerdo con la OPS, en Latinoamérica, la utilización de la citología no se ha visto acompañada de una reducción de la mortalidad comparable a la registrada en los países desarrollados.
El fracaso de los programas de detección no sólo se debe a las limitaciones de la citología como prueba de tamizaje, sino también a la organización de los sistemas sanitarios y a aspectos culturales y comunitarios que impiden a las mujeres llegar a tiempo a sus evaluaciones médicas. En algunos lugares se ha documentado concentración de recursos solo en las grandes urbes, limitando a aquellas que viven en lugares más remotos.
Durante el desarrollo del Roche Press Day, evento que unió en Cartagena de Indias, Colombia, a especialistas latinos del área de salud y periodistas que cubren dicha fuente, salieron a relucir datos relevantes como que casi el 90 % de los casos de cáncer de cuello uterino en el mundo se presentan en países de ingresos bajos y medios, y que las tasas de mortalidad por esta patología son tres veces más altas en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, de acuerdo a los últimos reportes de la OPS.
Vacunas para niñas y niños
Lucely Cetina, oncóloga mexicana del Instituto Nacional de Cancerología, destacó la importancia de los chequeos anuales una vez iniciada la vida sexual y la vacunación contra el papiloma humano, tanto en niñas como en niños, contrario a las políticas públicas latinas que solo incluyen a niñas de 9 a 14 años.
“El cáncer cervicouterino es un cáncer prevenible que no debería existir. Sorprende que una enfermedad prevenible aún tenga tan alta tasa de mortalidad, hasta un 97 % de los casos”, destacó la doctora durante su participación en el panel “Retos y oportunidades para mejorar el diagnóstico precoz en las mujeres”.
En su país natal, México, el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte y la tercera causa de incidencia por cáncer en la mujer.
Cetina enfatizó que un paciente oncológico no solo requiere acceso a su tratamiento, sino también mejorar su estado nutricional, estado emocional y acompañamiento en el cuidado del dolor.
La oncóloga es reconocida por su intervención para la creación del Modelo Integral para la Atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado y Avanzado (MICAELA), programa que brinda atención protocolizada, integral, individualizada y de vanguardia a mujeres con cáncer cervicouterino que no cuentan con seguridad social, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las pacientes y el pronóstico a corto y largo plazo.
Hasta la fecha, Micaela ha brindado más de 16,700 consultas y tratamientos gratuitos a 915 mujeres mexicanas.
Cáncer en RD
El Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart) documenta que solo durante el año 2021, en ese centro de salud se atendieron 113 mujeres por cáncer de cuello uterino, representando el 6.43 % de todos los casos.
Esta patología solo fue superada por los pacientes con cáncer de mama, próstata, sistema hematopoyético y colon, ocupando el quinto lugar en incidencia en el país.
CLAUDIA FERNANDEZ