Texas y Vermont han presentado sendos planes para reabrir paulatinamente la economía en el marco de la pandemia del coronavirus, mientras que Louisiana y Montana aseguran no estar preparados aún.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, que pertenece al ala más conservadora del Partido Republicano, ha firmado este viernes una orden ejecutiva que describe un plan sobre «cómo abrir la economía de Texas», ha anunciado en una rueda de prensa recogida por la cadena de televisión CNN.
En líneas generales, prevé que los parques de todo el estado abran este lunes, pero los visitantes deben practicar el distanciamiento físico, usar mascarillas y reunirse en grupos que no superen las cinco personas.
Además, a partir del miércoles, las restricciones médicas actuales para no llevar a cabo cirugías que no sean imprescindibles se relajarán. Así, se permitirán procedimientos que «no agoten la capacidad del hospital (…) necesaria para hacer frente al Covid-19», según un comunicado de su oficina.
A partir del viernes, las tiendas minoristas de Texas deberán estar operativas para prestar servicios para llevar y, según el modelo esgrimido por Abbott, las empresas que reabran están «obligadas a entregar los artículos en coches, casas u otros lugares especificados por los clientes para minimizar el contacto».
Por su parte, el gobernador de Vermont, Phil Scott, ha descrito este viernes un plan de cinco puntos que obedece al mismo propósito. Parte del plan incluye que ciertos sectores, como la construcción o los empleados municipales regresen al trabajo a partir de este lunes respetando las medidas de distanciamiento físico.
A las empresas se les permitirá tener un máximo de dos trabajadores por ubicación, y estos deben usar mascarillas de tela y mantener una distancia de dos metros entres sí. Además, el gobernador, que es miembro del Partido Republicano, ha revelado que los mercados de granjeros podrán operar con una «estricta» distancia social a partir del 1 de mayo.
En cuanto a Louisiana, el gobernador del estado, John Bel Edwards, ha asegurado que no está preparado para comenzar la fase uno del plan de reapertura de tres fases puesto en marcha por el Gobierno de Estados Unidos y que aún hay «trabajo que hacer».
Según Edwards, que es demócrata, Louisiana aún no ha alcanzado el umbral que debe superarse para comenzar con la fase uno de reapertura, que incluye 14 días sin que la cantidad de casos, pruebas y muertes por coronavirus aumenten. No obstante, ha expresado su esperanza de poder llegar a la citada fase en las próximas semanas.
«No puedo decirles que llegaremos a la fase uno antes del 1 de mayo, pero espero que lo hagamos», ha señalado. «No vamos a tener éxito en la apertura de la economía si vemos un aumento en los casos y no podemos brindar atención médica», ha zanjado.
MONTANA, CON LA VISTA PUESTA EN EL 24 DE ABRIL
En esta línea se ha expresado también el gobernador de Montana, Steve Bullock, que ha afirmado que «no hay manera» de que su estado pueda cumplir todavía los requisitos propuestos en plan de reapertura de la Administración del presidente, Donald Trump.
La orden de confinamiento en Montana está vigente hasta el 24 de abril. «Después del 24 de abril, avanzaremos con una reapertura gradual», ha prometido el gobernador demócrata.
Además, ha agradecido a Trump que permita a los gobernadores tomar decisiones basadas en las necesidades de sus estados. «El presidente nos dijo que los gobernadores tomaremos las decisiones en nuestros propios estados», ha dicho Bullock, al tiempo que ha reconocido que el presidente entienda «que cada estado es diferente».
Trump ha sostenido desde el principio de la crisis del Covid-19 su inclinación a no detener la actividad productiva de Estados Unidos y, después, a reabrir el país lo antes posible, en confrontación con lo que expertos y gobernadores han abogado. La fecha que maneja su Administración es el 1 de mayo.
Sin embargo, durante la presentación de las recomendaciones para la reapertura económica de Estados Unidos, el presidente cambió significativamente su retórica, cuando insistía en su «autoridad total» para tomar decisiones sobre cómo levantar las medidas de contención adoptadas.
Así, aseguró que los gobernadores podrán tomar decisiones basadas en sus propias necesidades, ya que todos los estados «son diferentes» y tienen distintos niveles de afectación.
Estados Unidos es el país del mundo más golpeado por la pandemia del coronavirus, con casi 700.000 contagiados y más de 36.000 muertos.
EUROPA PRESS