Fuertes tormentas azotaron este martes Estados Unidos, provocando tornados y tres muertes relacionadas al mal tiempo en el sur, mientras intensos vientos y ventiscas azotaban el norte y cientos de miles de personas quedaron sin suministro eléctrico.
Lluvias torrenciales que provocaron inundaciones repentinas, ráfagas de viento de más de 80 kilómetros por hora y tormentas eléctricas azotaron la costa este desde el Atlántico central hasta el noreste, según el Servicio Meteorológico Nacional.
«No subestimen esta» alerta, advirtió el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, en una entrevista con los medios locales.
Describió la tormenta como «inusual», citando intensas lluvias en enero y fuertes vientos a lo largo de la costa.
Las inclemencias del tiempo provocaron incluso que el avión de la vicepresidenta Kamala Harris, el Air Force 2, fuera desviado de su lugar de aterrizaje habitual, la Base Andrews, y se dirigiera al aeropuerto internacional de Dulles, en Virginia.
Mientras tanto, los tornados arrasaron el sureste del país, incluida la península de Florida, donde imágenes de drones mostraron árboles derribados, edificios dañados y tejados arrancados.
Según las autoridades, se produjeron al menos tres muertes relacionadas con las tormentas en una amplia zona de varios estados del sur.
Una persona murió en un estacionamiento de casas rodantes de Carolina del Norte, donde varias viviendas resultaron dañadas, según funcionarios del gobierno del condado de Catawba.
Otra falleció cuando un árbol cayó sobre el parabrisas de un vehículo en Jonesboro (Georgia), al sur de Atlanta, según el Departamento de Policía del condado de Clayton.
También pereció una mujer de 81 años en Alabama cuando un tornado golpeó su casa móvil y la hizo rodar, aseguraron medios locales, citando al forense del condado de Houston.
Más de 890,000 clientes se habían quedado sin electricidad en Estados Unidos el martes por la noche, principalmente en el este, según el portal web Poweroutage.us.
En la parte central del país, fuertes nevadas golpearon la parte alta del Medio Oeste y se desplazaban hacia la región de los Grandes Lagos, confirmó el servicio meteorológico.
El clima ya estaba teniendo un fuerte impacto en los vuelos, con más de 1,300 cancelados y 8,600 retrasados cerca del cierre del martes, informó el sitio web de monitoreo FlightAware.com.
Algunas de las cancelaciones se debieron a la inmovilización en tierra de algunos aviones Boeing 737 MAX para su inspección, después de que un panel se desprendiera de un avión de Alaska Airlines en pleno vuelo el viernes.
Los científicos afirman que, a medida que la humanidad siga calentando el planeta mediante la quema de combustibles fósiles, los patrones meteorológicos serán más impredecibles. Esto significa tormentas más húmedas y potentes junto con períodos más cálidos y secos que pondrán a prueba los recursos hídricos.
AFP