Para miles de personas es difícil tener que recordar aquella mañana del martes 11 de septiembre del año 2001. Parecía ser un día como cualquier otro, pero en tan solo minutos dos aviones comerciales se habían estallado contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Manhattan causando miles de muertes.
A 23 años de esta tragedia que marcó un antes y un después en la historia de Estados Unidos y el mundo, muchos conmemoran a las víctimas de este ataque terrorista que sembró el temor, la confusión y el dolor en millones de seres humanos.
A las 8:46 de la mañana ocurrió el primer ataque, un avión Boeing 767 de American Airlines que había salido desde Boston hacia Nueva York, fue secuestrado por cinco yihadistas y se estrelló entre los pisos 93 y 96 de una de las dos Torres Gemelas.
Fue un hecho sin precedentes que causó pánico en todo el país, donde en primera instancia se pensó que se trataba de un accidente. Sin embargo, a las 9:02 de la mañana otro avión de la misma compañía impactó la segunda torre, provocando llamas que eran visibles desde las avenidas centrales de la ciudad de Manhattan.
De repente ocurría lo impensable, Estados Unidos estaba siendo atacado por terroristas que de una manera cruel, arrebataban la vida a miles de personas.
La humareda y el fuego consumía todo a su paso, los muertos en ese momento eran incontables, mientras que en las torres habían decenas de personas atrapadas. El mundo no podía asimilar lo que estaba viendo a través de los canales de noticias.
Para las 10:00 de la mañana todos los vuelos de Estados Unidos o con destino a la nación fueron suspendidos a nivel mundial.
Mientras de decenas de unidades policiales y equipos de socorro se mantenían en los alrededores de las torres, pero había poco que hacer; a las 10:05 la torre sur, que fue la segunda en ser impactada se derrumbó.
Aunque los servicios de emergencia realizaron extraordinarios esfuerzos en rescatar a las víctimas, la magnitud de la tragedia dio como resultado la muerte de alrededor de 3,000 personas, entre los que se encontraban ciudadanos de más de 90 países diferentes, 25 eran dominicanos.
A la fecha, un estimado de 1,000 personas que no han podido ser identificadas, ya que debido al imponente fuego, del acero y del polvo no fue posible encontrar su ADN.
A pesar de que las torres gemelas son el episodio más recordado de ese día, otros dos aviones también fueron secuestrados: uno se estrelló en un área del Pentágono, el cuartel general del ministerio de Defensa de Estados Unidos, y otro cayó en una zona de Pensilvania luego de que los tripulantes se enfrentaran a los terroristas.
De acuerdo a las cifras basadas en el número de pasajeros que habían facturado su billete, cerca de 266 personas habrían perdido la vida a bordo de los aviones utilizados por los terroristas para atacar los objetivo.
En el hecho, el personal de la Casa Blanca, el Departamento de Estado, la Organización de las Nacioness Unidas (ONU) y los edificios principales de Washington fueron evacuados.
Mientras que los efectos internacionales fueron inmediatos, pues bolsas europeas sufrieron caídas generalizadas de entre el 5 y el 10% y el precio del barril de petróleo se disparó en el mercado de Londres. La economía estadounidense fue sacudida por la onda expansiva del terror que se vivía en esos momentos.
Ese martes estaba previsto realizarse la entrega de los Grammys Latinos en la ciudad de Los Ángeles, actividad que fue suspendida.
En tanto que, en horas de la noche el presidente de ese entonces, George W. Bush, se dirigió a la nación y condenó los ataques, al momento que aseguró no harían distinción entre terroristas y quienes les protegieran.
En el lugar que estaban las torres, fueron creados el Memorial y el Museo del 11 de Septiembre, con el objetivo de conmemoran los eventos que conmocionaron al mundo.
Cada año, miles de turistas y parientes visitan el lugar para recordar a quienes fueron víctimas de este acto inhumano.
AUDRY TRINIDAD