El tráfico de armas es la dolencia en continuado de la seguridad ciudadana en la República Dominicana, lo que sucede ante la afluencia de armas desde Estados Unidos, según recoge un informe elaborado por InSight Crime respecto a la criminalidad de 2024.
De acuerdo con la revista especializada, este mercado ilícito se muestra luego que el 65% de los asesinatos fuesen perpetrados mediante el uso de armas de fuego. Al mismo tiempo, manifiesta que “el desvío de municiones de las autoridades locales está alimentando a las bandas criminales”.
Por esto último, que supone una complicidad con las figuras del crimen, no precisa a cuáles organizaciones delictivas se refieren.
Sin embargo, en el país, a partir de un decreto presidencial de 2006, se dispuso “la prohibición de importación de armas de fuego, partes y sus respectivas municiones para el comercio con particulares”.
Narco no es un factor importante de violencia
A través de la exposición, donde se analiza la dinámica del crimen organizado en América Latina y el Caribe, apunta que “el narcotráfico no parece ser un factor importante de violencia” en la nación dominicana.
No obstante, recuerda que “ha sido durante mucho tiempo un punto clave de tránsito para los cargamentos de cocaína hacia Europa”.
Y, a pesar de la incautación récord de 37 toneladas de cocaína desarrollada por las agencias antidrogas en 2024, “la mayoría de los homicidios se debieron a peleas entre individuos”.
Disminución sostenida
El informe publicado en febrero inicia con las cifras de que al menos 121,695 personas fueron asesinadas en la región durante 2024, lo que sitúa la tasa media de homicidios en torno a 20.2 por cada 100,000 habitantes.
Esta es aproximadamente la misma que en 2023, después que estos consideraran: “el ya violento Caribe siguió agitado en 2024, mientras que América Latina registró una disminución general en el número de homicidios”.
Aun con eso, la República Dominicana escapó de la tendencia, registrando una disminución del 16.4% en homicidios en 2024, en comparación con 2023, representando el tercer año consecutivo de descenso.
De forma precisa, la tasa acumulada que tuvo el país en el último año fue de 9.6 por cada 100,000 habitantes, sobreponiéndose a los totales de 11.5 y 13.2 vistos en 2023 y 2022, respectivamente.
CARLOS MORETA