POR NARCISO ISA CONDE.- Contra la rebeldía del pueblo haitiano por sobrevivir, podrían llegar a su territorio nuevas tropas imperiales. Irían con o sin la bendición de la ONU, porque el gobierno de Aiel Henry –continuador de Martelly y Jovenel- ya no puede gobernar sin ellas.
Llegaron tanquetas de EU y Canadá, y preparan las tropas “robustas”, en tanto el pueblo hambreado exige destitución del gobierno de Henry y transición soberana. Irían, además, para reforzar controles militares sobre litio y titanio, bajo el pretexto de los desafueros de las bandas apadrinadas desde el Norte y manipuladas por el gobierno impugnado.
Aquí, mientras tanto, el libreto de la obra gubernamental se escribe con el “futuro brillante” de la minería del oro, plata, níquel, cobalto y titanio, que equivale a la muerte del agua. Pero lo peor es que eso se redacta con tinta racista anti-haitiana, xenofóbica, homofóbica, patriarcal-machista, fundamentalista-religiosa y servilmente pro-colonial; nutriendo una modalidad caribeña del neofascismo mundialmente en boga, en el contexto de una decadencia agresiva de la civilización capitalista occidental, aferrada al ultra-conservadurismo.
El nuevo capítulo de esa explotación minera, acompañada de nuevas presas de cola húmedas, se pretende montar sobre tres sistemas de agua vitales para esta isla; activando así el inaceptable Triángulo Minero de la Muerte en tres partes del territorio nacional:
1) UNI GOLD con el oro y la concesión de titanio en el Noroeste, dañando más el Masacre, el Artibonite y otras fuentes de agua del Nordeste.
2) GOLD QUEST en San Juan, afectando el Río San Juan, Presa de Sabaneta, Yaque del Sur y ladera Sur de la Cordillera Central, desde Azua hasta Barahona, mientras Belfond se encarga del remate en Bahoruco.
Y 3) Barrick Gold y Falcondo, en la ladera Norte de la Cordillera Central (Loma Miranda) y el centro del país; afectando el Yuna y fuentes de aguas del fértil Cibao, Nordeste y Este del país.
El capítulo político-ideológico de la entronización progresiva del neofascismo en el Estado y el sistema de partidos, recibirá más energía perniciosa del Triángulo de la Muerte electoral, representado por tres candidaturas presidenciales y tres conglomerados partidistas hegemónicos dentro del execrable poder constituido: Abinader-Vicini-PRM /Abel-PLD / Leonel-FP.
Ese otro Triángulo, con su carga de partidocracia corrupta, empresariado voraz e inescrupuloso, generalato delincuente, para-militarismo criminal, neoliberalismo recolonizador, racismo anti-haitiano… -compitiendo por el campeonato en ese lodazal- está destinado a teñir de neo-fascismo el ejercicio político dominante, gobierno y Estado. ¡Y “habrá sangre de nuevo en el país”, si las calles no detienen esa avalancha macabra!