WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró la decisión del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de levantar el bloqueo impuesto en la víspera a la mayor parte de los aranceles.
El Mandatario cargó contra los jueces que emitieron esta sentencia, por causar, según dijo, un «grave daño» al país con un dictamen «erróneo y político».
«El Tribunal de Comercio Internacional (CIT) dictó una sentencia increíblemente desfavorable para Estados Unidos en relación con unos aranceles que se necesitaban desesperadamente, pero, afortunadamente, el pleno de los once jueces del Tribunal de Apelación del Circuito Federal acaba de suspender la orden», ha declarado en su plataforma Truth Social.
El inquilino de la Casa Blanca alegó que la paralización de los aranceles «está siendo aclamada en todo el mundo por todos los países, excepto por Estados Unidos». Así, ha considerado que, de formalizarse, sería la «sentencia financiera más dura que se nos haya impuesto jamás como nación soberana» y el país «perdería billones de dólares, dinero que haría que Estados Unidos volviera a ser grande».
«¡Es tan errónea y tan política», ha agregado sobre una decisión que ha catalogado de «horrible» y «amenaza» para el país, por lo que «esperemos que el Supremo (la) revoque de forma rápida y decisiva».
Trump ha criticado asimismo el argumento del Tribunal de Comercio Internacional sobre su extralimitación de poderes, alegando que «se debe permitir al presidente proteger a Estados Unidos de aquellos que le están causando daño económico y financiero», a quienes ha tildado de «buscavidas de trastienda».
Así, ha restado importancia a la necesidad de que el Congreso apruebe los aranceles porque, según él, ello implicaría que «cientos de políticos se sentarían en Washington durante semanas, e incluso meses, tratando de llegar a una conclusión sobre qué cobrar a otros países que nos tratan injustamente», lo que «destruiría el poder presidencial».
En cambio, el presidente estadounidense ha reiterado el «éxito» de la política arancelaria, defendiendo que ha permitido la entrada de «muchos billones de dólares (…) desde otros países». «Es la diferencia entre tener unos Estados Unidos ricos, prósperos y exitosos, y todo lo contrario», ha subrayado.
CUESTIONA A LOS MAGISTRADOS QUE BLOQUEARON LOS ARANCELES
El mandatario ha cuestionado a los tres jueces que paralizaron los aranceles: «¿Cómo es posible que hayan causado un daño tan grave a Estados Unidos de América? ¿Se trata simplemente de odio hacia Trump? ¿Qué otra razón podría haber?», ha planteado.
En esta línea, ha achacado la sentencia –ahora suspendida temporalmente– a «los jueces de la izquierda radical, junto con algunas personas muy malas», mencionando a Leonard Leo –quien fuera su asesor y vicepresidente de la Sociedad Federalista– al que ha tachado de «mala persona» y ha acusado de «odiar a Estados Unidos».
«Yo era nuevo en Washington y me sugirieron que utilizara la Sociedad Federalista como fuente de referencia para los jueces. Lo hice, abierta y libremente, pero luego me di cuenta de que estaban bajo el yugo de un verdadero canalla llamado Leonard Leo (…) que presume abiertamente de cómo controla a los jueces, e incluso a los magistrados del Tribunal Supremo», ha relatado.
Así, ha asegurado estar «muy decepcionado» con esta organización conservadora y libertaria, a la que ha culpado de darle «malos consejos en numerosas nominaciones judiciales». «¡Siempre deben hacer lo que es correcto para el país!», ha señalado sobre la magistratura.
Cabe recordar que Leonard Leo asesoró a Trump en su primer mandato (2017-2021), en un proceso que culminó con el nombramiento de tres jueces conservadores en el Supremo.
AGENCIAS