POR MARCOS SANTOS. – San Francisco de Macorís y la Regional Noreste de la Policía Nacional, tiene un general que está y vive en el limbo.
Independientemente del robo que hemos sido víctima, antes de ese hecho, las quejas sobre el pobre desempeño del alto oficial, provienen de todos los sectores sociales de nuestra ciudad y de nuestra región Nordeste.
Confieso, que, en 27 años de carrera en los medios de comunicación, nunca había visto un jefe policial, o director, tan alejado de la sociedad, tan impenetrable, tan poco accesible, y me atrevería a afirmar, tan tosco.
Nosotros no tenemos conocimientos de cómo se debe dirigir una regional de la Policía Nacional, pero entendemos que quien la dirige, debe ser una persona cercana con la gente, que se empodere de los problemas de la gente, y que interactúe con la gente.
No queremos caer en comparaciones sobre la forma de manejarse del general Cesar Augusto Sena Rojas, con otros generales que han estado al frente de la uniformada en esta ciudad de San Francisco de Macorís.
Aquí han venido generales, que hablan con la gente, que se reúnen con los diferentes sectores, que visitaban los barrios, que hablaban con todo el mundo.
Pero también, han estado aquí generales que hablan poco, pero sus buenas acciones hablan por ellos.
Este vive distante.
Este no habla.
Ni ve.
Ni oye.
Es sordo, ciego y mudo.
Y no lo digo yo.
Me lo han dicho decenas de ciudadanos, que al igual que yo, nos sentimos totalmente desamparados con relación al apoyo que debe ofrecer la Policía Nacional a la ciudadanía.
Nunca antes, San Francisco de Macorís, con sus barrios, sus campos, sus Distritos Municipales, ha estado tan huérfano de autoridades policiales.
Este pueblo no merece tener a una persona tan deficiente al frente de la Dirección Noreste de la Policía Nacional, como lo es el general Sena Rojas.
Y que lo sepa él.
Esto no es personal.
Hacemos mención de su nombre, porque él está al frente de esa institución en esta ciudad.
Igual, hubiésemos mencionado el nombre hasta de “Juancito Trucupey”.
Son pocas las personas que han valorado como positiva la labor de ese general en esta ciudad.
Parece que él no se da cuenta, o no tiene a alguien a su lado que se lo diga.
La delincuencia se ha adueñado de nuestras calles, sin respuesta por parte de las autoridades.
Esto parece haberse salido de control.
Rectifico, esto se salió de control.
Solo nos queda ponernos en mano de Dios, para que sea nuestro Señor, que nos ayude en estos momentos de desesperanza, de desconsuelo, y desasosiego.
¡Que Dios nos ampare!