POR TOMAS AQUINO MENDEZ.-No entiendo la actitud de esos agentes ¿Creyeron que por el hecho de observar y no golpear al detenido David de los Santos serían aplaudidos? Tal vez también creyó el Ministro de Interior y Policía que por dejar hablar al “asesor” se liberaría de los cuestionamientos al “acelerón” que se ha pretendido dar a la reforma de la policía.
Quizás el Director de la Policía pensó que guardando silencio, por los casos de los detenidos, que luego de golpeados murieron en Santiago, Ocoa y el Distrito Nacional, los hechos pasarían inadvertidos rápidamente. No sé si así pensaron estos agentes y funcionarios. No tengo la respuesta adecuada
Lo que sí tengo es una inquietud que no logro calmar. Me llama la atención los “motivos reales” que tendrían tres detenidos en el cuartel policial de Naco para agredir a un cuarto “compañero” de celda, recién llegado. ¿Por qué tanta agresividad en contra de alguien que acabas de conocer? No creo la versión oficial, hasta ahora.
La interrogante de la población es por qué ha mentido la policía en los tres últimos casos de muertes en cuarteles. Aparentemente no ha habido motivos para esto. Tampoco para tardarse tantas horas para dar los detalles. Probablemente los reportes de INACIF dicen la verdad de esos hechos, pero la tardanza en darlos a conocer, siembra dudas en gran parte de la población.
La Policía necesita recuperar la credibilidad ciudadana. Es la entidad destinada a proteger al pueblo, pero debe ganarse esa confianza. Eso no se gana HOY, sacando a relucir que otras gestiones policiales y otros gobiernos también tuvieron sus muertos en cuarteles.
Antes o ahora, hechos como los de David, Jose Gregorio y Richard, merecen la repulsa unánime. No reivindicar el pasado y dar pasos firmes hacia un futuro distinto es la realidad que todos merecemos.