“Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla.
He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”. (Friedrich Nietzsche)
POR EMMANUEL AQUINO ALVARADO.- La afirmación de las organizaciones izquierdistas, liberales y progresistas de República Dominicana, respecto a que el momento demanda de una táctica electoral como vía de acceso a posiciones de toma de decisión política en las áreas municipal, congresual y de gobierno, ha tomado fuerza.
La cuestión de la participación electoral ha derivado en varios matices. Para algunos, debe mantenerse la posición de la participación electoral solo con alianzas entre organizaciones y personalidades que nada tengan que ver con el pasado gubernamental de la República, es decir, sin la realización de pactos electorales con la derecha. Para otros, es posible la realización de alianzas tácticas, sin embargo, las variantes que se presentan de unidad puntual con la derecha van, desde el asumir como blanco político al ya diezmado Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y su reconversión en Fuerza del Pueblo (FUPU), hasta privilegiar alianzas con el gobernante ultraderechista Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Dentro de la dinámica electoral anterior, ha estado ocurriendo lo normal dentro del desarrollo de las justas electorales y diversos medios de comunicación han estado realizando balotajes y “mediciones” por diferentes vías, formas y posibilidades; uno de esos, es el medio digital francomacorisano conocido como Calle56, propiedad del ducho comunicador Marcos Santos.
El referido medio de comunicación ha estado presentando “encuestas” en las que se presenta a diferentes actores que bien pudieran ser objetos de participación exitosa en las elecciones del 2024. Recientemente, se presentó una para medir las interioridades de la FUPU en el ámbito de la Alcaldía de San Francisco de Macorís, resultando ganancioso el maestro de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el Ing. Joaquín Peña Agramonte.
Dando continuidad a su saga de presentación de posibles candidatos, el referido medio colocó una medición para determinar por cual de los dirigentes populares, enlistados por ellos, votarían los consultados para ocupar un cargo de elección popular en las elecciones del próximo año 2024. Según muestra el enlace digital https://calle56.com/yoel-martinez-gana-sondeo-de-calle56-com/, la primera posición fue ganada por el Lic. Yoel Martínez, alcanzando un 32%; el segundo lugar obtuvo el 30% de los votos, y quedó en manos de quien suscribe; el tercer y cuarto lugar de importancia, lo obtuvieron los valiosos Frederic Burgos Sánchez y Robert Frías, quienes, respectivamente, obtuvieron el 18% y el 12%.
Visto lo anterior, y analizando comparativamente la dinámica que asumieron los dirigentes populares que movilizaron digitalmente casi tres veces más votos que los que movieron, en la misma dinámica, los de la FUPU, aun teniendo más experiencias y recursos que los populares dirigentes; el finado sondeo, debe llamar a la reflexión y análisis a las diferentes expresiones de liberales, progresistas y de izquierda que buscan participar de las elecciones del 2024.
Sabiendo que un sondeo no es algo científico, y que solo muestra la percepción sesgada de una parte del proceso, aun así, el haber colocado en el imaginario de miles de personas la posibilidad de la potabilidad electoral de la Izquierda, liberales y progresistas; es una impronta que debe dar la alerta de que, en San Francisco de Macorís, una buena toma de decisión política puede garantizar, con un acuerdo electoral bien logrado, la penetración del sector de avanzada a los lugares de la real toma de decisión de las planeaciones y ejecuciones de las políticas que impacta en lo municipal y hasta provincial; ya en otra ocasión, quien suscribe, expresó su parecer sobre la cuestión unitaria en su escrito “La oportunidad de la Izquierda francomarisana es ahora”.
Izquierdistas, liberales y progresistas, es momento de volver a desempolvar a Lenin y releer su postura sobre “La tarea inmediata del poder…” y “Acerca de la significación del Oro ahora y después de la victoria completa del socialismo”. Pues, como bien señaló: “No basta con ser revolucionario y partidario del socialismo o comunista en general. Es necesario saber encontrar en cada momento peculiar el eslabón particular al cual hay que aferrarse con todas las fuerzas para sujetar toda la cadena y preparar sólidamente el paso al eslabón siguiente”.
Como se ha señalado en el escrito “La oportunidad de la Izquierda francomarisana es ahora”, “la próxima generación política electoral de San Francisco de Macorís será posiblemente electa en las elecciones del 2024. Y, dado que el tiempo, como activo no renovable, es una espada de Damocles que corta de tajo las oportunidades no aprovechadas, la radiografía actual de los activos políticos de la Derecha y la Izquierda francomarisana señala que es apremiante la toma de una sabia decisión respecto al ‘¿Qué hacer?’ del momentum. Todo agricultor sabe que para cosechar hay que sembrar… y si la Izquierda (cuyas semillas aprovechables son pocas) no acelera el paso y decide ‘tomar el cielo por asalto’ en las venideras elecciones del 2024, puede que caiga en un letargo de amplio intervalo.”
“Las elecciones del 2024, van a definir el liderazgo político de las nuevas generaciones en gran parte del país. Los que resultaren electos pueden convertirse en los representantes de la posteridad y serán los que influirán en la conducción política de la sociedad, pero esa ‘verdad’ se sabe… Ojalá se entienda que la oportunidad de la Izquierda francomarisana es ahora”. Y, como dijo el roble y referente de alta prestancia en el Partido Comunista del Trabajo (PCT), Rafael Chaljub Mejía, (a propósito de la sugerencia de realización de un seminario sobre Lenin que planteara, en visita a la República Dominicana, el influyente intelectual de la izquierda latinoamericana Atilio Borón) “Ojala […] se recordara una vez más la cantidad de alianzas y compromisos concertados por Lenin y los Bolcheviques, incluso con el partido del liberalismo burgués y la firma por separado de la paz del Brest con la Alemania Imperialista”.