Nueva York. La ciudad de Nueva York eligió a una enfermera de la comunidad afroamericana, una de las más castigadas por la pandemia, y al barrio de Queens, una de las áreas donde la Covid-19 ha robado más vidas en el país, para comenzar su campaña de vacunación en este estado, que sigue siendo el que más defunciones ha registrado debido al coronavirus.
La enfermera de cuidados intensivos Sandra Lindsey, que trabaja en el hospital Jewish Medical Center, recibió la primera dosis de la vacuna a las 9.23 hora local (14.23 GMT).
“Espero que esto marque el principio del final de un tiempo muy doloroso en nuestra historia”, dijo la sanitaria tras recibir la dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica Pfizer y que fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos el pasado viernes.
Sentada en una silla, junto a la doctora que le inoculó la dosis, también afroamericana, Lindsay quiso dar las gracias a todos los trabajadores de primera línea del mundo que como ella han luchado y siguen luchando contra la enfermedad, que en Nueva York ha causado más de 35,000 muertes, sobre todo durante la primera ola de la pandemia en la pasada primavera.
“Quiero inculcar la confianza en el público de que la vacuna es segura”, dijo la enfermera, que insistió en que ella cree en la ciencia y en que su trabajo “está guiado por la ciencia”.
La administración de la dosis tuvo lugar en una conexión en directo con el gobernador del estado Andrew Cuomo, que hizo las veces de presentador del evento.
“Creo que esta es el arma que acabará la guerra. Es el comienzo del último capítulo del libro”, dijo Cuomo momentos antes de que Lindsay recibiera la vacuna.
Cuomo, que agradeció el trabajo de los profesionales de la salud y de los trabajadores de primera línea, a los que no dudó en denominar “héroes”, insistió en su deseo de distribuir la vacuna lo más rápido posible.
EFE