POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- La causa patriótica y nacionalista está en auge. Nuestro pueblo está despertando de la anestesia que ha tenido por muchos años, que le impedía ver con claridad los inmensos peligros de la invasión haitiana y los planes de ONU de fusionarnos con Haití.
Varios factores han contribuido a que nuestro pueblo despierte sobre lo que es su mayor problema que amenaza su existencia misma.
Primero: La agudización del colapso de Haití y la perversa estrategia de la Comunidad Internacional-ONU de dejarlo en control total de las bandas criminales. Ese colapso acelera el éxodo y expulsión de la población haitiana hacia República Dominicana, país vecino que hasta ahora le ha brindado sus instalaciones hospitalarias y educativas sin límites de forma gratuita, y dejado que su mano de obra nacional haya sido desplazada por la haitiana.
Segundo: La llegada de Trump al poder en EE.UU. ha decretado el cierre de USAID, que fungía junto con la ONU en un papel rector del proceso de fusión RD-Haití, usando el inmenso poder de presión estadounidense sobre los distintos gobiernos dominicanos en el tema migratorio haitiano. La caída de USAID tuvo un gran impacto local. El río de dólares que bajaba del Potomac a grupos de la sociedad civil y el agresivo grupo mediático pro haitiano, cesó.
Tercero: El papel de las redes sociales, cada día más influyentes, ha jugado un papel crucial en la toma de conciencia del pueblo. Ya los cercos y cortinas de hierro mediáticas de los grupos USAID en conjunción de objetivo con grupos oligárquicos han prácticamente desaparecido.
Cuarto: La movilización del pueblo en la causa nacionalista. En este aspecto hay que reconocer las marchas de la Antigua Orden al mando de su líder Ángelo Vásquez, que hasta el momento se han caracterizado por ser movilizaciones pacíficas, cívicas, ordenadas, con mensaje correcto. Igualmente un hecho resaltante es la incorporación a la causa nacionalista de juventudes de nuestros barrios que hasta el momento lucían totalmente indiferente a estos temas. En ese aspecto reconozco a Santiago Matías y sus plataformas digitales por haber logrado despertar el interés de ese segmento de la población sobre el peligro de la invasión haitiana.
Dicho todo lo anterior, quiero hacer énfasis en que la causa nacionalista no puede tener fisuras y menos en momentos de auge y de peligros reales del colapso haitiano.
Todos, con nuestras diferencias de criterio, en ese punto, debemos estar unidos. Las divisiones sólo servirían para debilitar la causa y favorecer a los traidores del patio y los planes fusionistas de ONU.
