Brad Jones, entrenador asistente de Memphis, ingresó hace unos días al vestuario de los Grizzlies en Brooklyn. Luego, se preguntó si estaba en el lugar correcto.
Sólo había una persona en el camerino, y Jones no la conocía.
“¿Estoy en el vestuario de Brooklyn?», preguntó Jones.
Resultó que estaba en el lugar correcto. La otra persona en la habitación era Jon Teske, un novato a quien los Grizzlies habían contratado recién por 10 días, en busca de cubrir los huecos dejados en el plantel por varios jugadores infectados de COVID-19.
Así es la vida actual en la NBA, con constantes cambios en los equipos. Y a las 7:15 de la mañana del sábado, Jones se despertó para leer un mensaje de texto, en el que comprobó que los cambios incluyen también al cuerpo técnico.
Jones debió fungir como entrenador interino por los Grizzlies, en el partido sabatino que ganaron a los Clippers de Los Ángeles. Taylor Jenkins, el entrenador de Memphis, ingresó por la mañana en los protocolos de salubridad de la liga.
Jenkins se convirtió en el 14to entrenador en jefe dentro de la liga de 30 equipos en ausentarse durante las últimas semanas debido a problemas relacionados con el coronavirus. La cifra no incluye a numerosos asistentes, otros empleados y unos 300 jugadores.
Los otros entrenadores que han ingresado en los protocolos esta temporada son Rick Carlisle de Indiana, Alvin Gentry de Sacramento, Monty Williams de Phoenix, Doc Rivers de Filadelfia, Frank Vogel de los Lakers de Los Ángeles, Tyronn Lue de los Clippers, Michael Malone de Denver, Chauncey Billups de Portland, Billy Donovan de Chicago, Mike Budenholzer de Milwaukee, Nate McMillan de Atlanta, Jason Kidd de Dallas y Mark Daugneault de Oklahoma City.
AP