Santiago. A dos años y cuatro meses del cierre técnico del vertedero municipal de Tamboril, el ayuntamiento continúa depositando sus desperdicios en el terreno habilitado hace 27 años en la comunidad de Guazumal.
Aunque con la intervención por parte del Plan Nacional de Manejo Integral de Residuos Sólidos Dominicana Limpia quedó a un lado la humareda que se expandía por varias comunidades de la cordillera septentrional, el solar en el que aún siguen botando la basura superó su capacidad.
Una porción del terreno en al que sepultado toneladas de desperdicios, las autoridades municipales colocaron respiradores para prevenir que los gases no vuelvan a ocasionar incendios.
En el lugar, de acuerdo a trabajadores, las autoridades municipales de Tamboril contemplan construir un parque ecológico.
También trabajan en edificar un espacio que permitirá clasificar la basura que posteriormente serían trasladados al ecoparque de Rafey en Santiago.
El lugar solo servirá para transferir los desperdicios y la idea es trabajar con el cierre definitivo del vertedero.
El día 14 de noviembre del año 2018, lo que en su momento fue Plan Nacional de manejo Integral de Residuos Sólidos Dominicana Limpia inició el cierre técnico del vertedero para dar solución a la queda de decenas de comunidades que con cierta regularidad denunciaban los daños provocados por la humareda.
En los casos de los vertederos de los municipios de Baitoa y Sabana Iglesia, también pertenecientes a la provincia de Santiago, sus autoridades se quejan de la falta de apoyo para enfrentar la problemática.
El alcalde Sabana Iglesia Rodolfo Reyes denunció que desaprensivos prendieron fuego al basurero municipal causando malestar entre los residentes en la zona. Familias de comunidades como La Zanja y Monte de La Zanja de Sabana Iglesia se ven afectadas por la humareda del vertedero de Baitoa.
MIGUEL PONCE