Las autoridades de Miami Beach se preparan este jueves a imponer un toque de queda nocturno, a raíz de dos tiroteos que dejaron cinco heridos el pasado fin de semana en esa ciudad de Florida, en el sureste de Estados Unidos.
Es el segundo año consecutivo que la localidad aplica esa medida durante el «Spring Break» –las vacaciones de primavera en Estados Unidos–, que atrae cada año a miles de jóvenes, en su mayoría estudiantes, al sur de Florida por unos días de diversión y descontrol.
El toque de queda, que abarca la zona más concurrida de la ciudad, incluido el famoso paseo de Ocean Drive, se aplicará entre la medianoche y las 06H00, desde este jueves hasta el lunes por la mañana.
Raúl vive en Miami Beach y se muestra a favor de la decisión del Ayuntamiento durante este periodo en el que el barrio más meridional, South Beach, es escenario de fiestas con un alto consumo de alcohol.
Para ese camarero de 49 años, que no quiere dar su apellido, el toque de queda supone menos negocio, pero es necesario.
«No es bueno para mi trabajo, pero estoy de acuerdo con las autoridades. Hay que hacer algo para garantizar la seguridad», asegura.
En Ocean Drive, Ebony Mcfarland, de 27 años, lamenta tener que vivir otro «Spring Break» con toque de queda en Miami Beach, tras haber asistido al anterior en 2021, pero no le sorprende esa medida.
«Entiendo perfectamente por qué imponen un toque de queda, porque esto se descontrola. Hay gente joven que viene aquí y no sabe cómo comportarse», dice esta joven de Atlanta, unos 1,000 km al norte de Miami.
– Una medida controvertida –
Las autoridades locales anunciaron el lunes el toque de queda nocturno después de los tiroteos del fin de semana.
El miércoles, el Ayuntamiento añadió una prohibición de vender alcohol en las tiendas y supermercados de la zona más visitada desde las 18H00 hasta la apertura el día siguiente. Esta medida no afecta a bares y restaurantes.
Marcus Gregory, un turista de 24 años procedente de Houston, en Texas, no le ve ningún beneficio a esas medidas.
«No entiendo cómo va a ayudar esto. No siento que vaya a evitar que ocurra algo», dice.
El anuncio del toque de queda suscitó algunas críticas, como la de Stephen Hunter Johnson, un miembro de la Junta Consultiva de Asuntos Afroamericano del condado de Miami-Dade.
«La única emergencia es que hay negros en la playa», dijo al diario Miami Herald, acusando a las autoridades de centrarse en Miami Beach porque es un lugar donde se reúnen muchos afroamericanos.
Sentado en un banco junto la playa, John Lee, un habitante de la localidad, siente que se hace demasiada diferencia entre su ciudad y otros lugares.
«No creo que pase nada espectacular aquí. Estas cosas (los incidentes) ocurren en todas partes del mundo cada día, y no dicen nada al respecto», opina este hombre de 27 años.
Según la policía local, los agentes se han incautado de 100 armas de fuego y han detenido a unas 620 personas en la ciudad desde el 18 de febrero.
Más del 50% de los arrestados eran habitantes del condado de Miami-Dade, donde se encuentra Miami Beach.
EFE