Más de 80 mil viviendas podrían perderse en NYC por quiebra banco; dominicanos serían afectados
NUEVA YORK.- “Más 80 mil unidades de vivienda y la estabilidad de sus inquilinos en esta ciudad, estarían en peligro de perderse tras la quiebra el pasado mes del Banco Signature”, advirtió el congresista por El Bronx, Ritchie Torres.
Miles de dominicanos en los cinco condados figuran entre los que residen en esos 80 mil apartamentos.
Tres mil son propiedades multifamiliares, el 4% de las cuales ya se consideran “en dificultades», afirmó el congresista.
Parte de los activos del banco en el momento de su colapso servían como un importante prestamista de bienes raíces residenciales en NYC, aclaró la semana pasada el congresista.
“El Signature” es uno de una serie de grandes colapsos bancarios últimamente en Estados Unidos que ha causado un efecto dominó en la economía.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), una agencia independiente creada por el Congreso para mantener la estabilidad y la confianza pública en el sistema financiero del país, es ahora responsable de vender los préstamos residenciales del banco en NYC.
Torres, miembro del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, solicita al presidente de la FDIC, Martín Gruenberg, que la agencia se comprometa con los funcionarios de vivienda de NY para garantizar que se satisfagan las necesidades de los inquilinos en la venta del préstamo de Signature Bank.
En ese mismo orden de vivienda: Un análisis financiero revelado esta semana por la Junta de Pautas de Alquiler de NYC muestra que los propietarios de 8.8% de los edificios de apartamentos con alquileres estabilizados están pasando por graves problemas financieros. Hace dos años, esa cifra no pasaba del 6%.
Además, el informe muestra la fotografía de una serie de “números en rojo”, los cuales están dando material de apoyo a los “landlords” para solicitar un alza “significativa” de la renta para estas unidades.
Primero, se asegura que sus ganancias netas se desplomaron en un 9% entre 2020 y 2021 cuando el coronavirus castigó los cinco condados.
RAMON MERCEDES