Políticos chantajistas
POR MARCOS SANTOS.- Generalmente cuando un comunicador emite una opinión desfavorable para un dirigente político, es acusado de chantajista, y eso lo sabemos todos aquellos que nos dedicamos a este oficio de comunicar.
Pero si analizamos bien las cosas, aquí el chantajista es el dirigente político que recurre a la mentira con el objetivo de desacreditar, hasta en términos personales, a los comunicadores que tienen una visión crítica sobre su desempeño como figura pública.
Los ejemplos sobran.
Algunos políticos, pretenden llenarse la boca afirmando “fulano me ataca porque quiere un anuncio”, “o quiere que yo le de algo”.
Y otros hasta consideran como enemigos a esos comunicadores, que tienen la “osadía” de cuestionar o criticar equis dirigente político.
Y los hay, quienes se atreven a sindicar a los comunicadores como parte de una componenda para intentar aniquilarlos moralmente.
Es decir, para esos políticos lo peor que puede existir sobre la faz de la tierra, son los comunicadores que los señalan como funcionarios públicos deficientes, o como dirigentes políticos intolerantes.
Como que ya está bueno para seguir soportando este tipo de actitudes y acciones.
En la reciente coyuntura electoral, a lo interno del PRM hay dos señores que son un vivo ejemplo de lo que decimos en este artículo, y son ellos el ex alcalde Alex Díaz y Roger Marte.
Aquí todos sabemos de la manera que reaccionan esos señores, cuando un medio o comunicador no comulga en torno a su accionar público.
Aquí todos sabemos como reacciona Alex Díaz, que se toma las cosas a título personal y deja hasta de dirigirte la palabra.
Lo de Roger consiste en parlotear que él es un dechado de virtudes, y otros como algunos comunicadores, entre los que se encuentra el suscrito, no servimos ni para echárselo a los perros.
Pero este tipo de actitud, no es exclusiva de estos señores.
En el gobierno pasado, los tres hermanos con gran poder en esa administración, también hacían lo mismo.
Quienes prefieren quedarse callados, lo respetamos, pero no compartimos esa pasividad.
Aquí cada quien debe jugar su rol.
Y por favor, a estas personas que hemos hecho mención, sepan que tienen derecho a réplica, porque no se trata de un asunto personal, aunque ellos así lo ven.
Simplemente, asumimos este tipo de actitud, porque nuestra independencia no debe estar en juego, porque de ser así, nuestro ejercicio en la comunicación no tendría razón de ser.