El presidente venezolano Nicolás Maduro arribó ayer viernes a China para fortalecer la integración y las alianzas estratégicas en materia económica, tecnológica y comercial.
Tras su arribo a la ciudad de Shenzhen, al sureste de China, Maduro dijo en una declaración difundida por la televisión estatal venezolana que se vienen buenas noticias de la visita de Estado —la primera luego de cinco años— en la que aspira que se sigan construyendo “lazos de cooperación entrañables, profundos” con el gigante asiático.
Maduro permanecerá en China hasta el 14 de septiembre, informó el viernes la cancillería venezolana en un comunicado. No se dieron más detalles sobre su agenda.
INVITACIÓN DE XI JINPING
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, anunció la víspera en un escrito que la visita responde a una invitación del presidente Xi Jinping. La anterior visita de Maduro a China fue en 2018.
El respaldo económico de china ha sido crucial para Venezuela: en los últimos 15 años, China ha suministrado a Venezuela préstamos, dinero en efectivo e inversiones por más de 65.000 millones de dólares.
RELACIONES COMERCIALES
Maduro —que llegó al poder en 2013 tras el deceso de su predecesor y padre político Hugo Chávez (1999-2013)— ha concentrado sus esfuerzos en potenciar las relaciones comerciales con países aliados como China, Rusia, Turquía e Irán para intentar sortear los efectos de las sanciones financieras que Estados Unidos ha impuesto a su gobierno y revitalizar su economía.
Las sanciones estadounidenses buscan impedir que el gobierno socialista venezolano pueda realizar transacciones financieras y comerciales en el extranjero, acceder a activos internacionales de Venezuela y negociar con petróleo, oro u otros activos. Washington, además, prohibió a los estadounidenses y sus socios internacionales hacer negocios con Caracas para presionar a Maduro a dejar el poder argumentando que fue electo en 2018 en unos comicios fraudulentos.
AP
