POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- En los próximos días muchas cosas están por definirse. Todas ellas trascendentales para el futuro del mundo y la posibilidad de una escalada de conflictos globales y dentro de los Estados Unidos.
El gobierno de Irán y sus líderes religiosos han declarado que atacarán de nuevo a Israel. También han dicho por primera vez que reflexionan sobre si cambiar su doctrina nuclear y han admitido están en capacidad de construir armas nucleares.
Para Israel, que Irán tenga armas nucleares y modo de llegar con cohetes a sus ciudades más importantes, es un tema de supervivencia. Eso lleva a un trágico dilema de quién aprieta el gatillo nuclear primero.
Si Israel destruye a Irán preventivamente o si Irán destruye a Israel con armas nucleares, ambas posibilidades son aterradoras para la paz del mundo. En las últimas horas Estados Unidos ha enviado sus superbombarderos B52 a la región, teniendo información sensitiva de que es muy probable la escalada de guerra Israel -Irán, en medio de un desastre humanitario en Gaza que cada día conmueve al mundo contra la población civil Palestina.
Pero con ese telón de fondo, mañana 5 noviembre Estados Unidos afronta una difícil coyuntura: un país dividido y polarizado, con una invasión de ilegales y con discursos extremos de ambos contrincantes.
El peligro mayor para Estados Unidos es que esta coyuntura electoral pueda desatar violencias sin precedentes en su territorio. Muchos intereses internacionales pendientes de resultados y en capacidad de influir y meter sus narices en esas elecciones por razones diversas.
Por otro lado, la guerra Rusia-Ucrania puede definirse mañana en las urnas de Estados Unidos. Trump ha dicho que si gana esa guerra termina antes de enero. Si Gana Kamala Harris, esa guerra se intensificará, igual el conflicto con Rusia. China igual espera resultados para ver si intenta invadir Taiwán. Muchos factores peligrosos al mismo tiempo.
Por todo ello, decidí poner el titulo a este artículo El mundo en vilo. Y hay razones para estarlo.
