Sociedad sacudida por muertes de niños a manos de sus padres en RD

SANTO DOMINGO.- Los dos recientes casos, donde una madre supuestamente envenenó a sus tres hijos y luego se suicidó de la misma manera, y el de un padre acusado de asfixiar a su niño de un año y ocho meses de edad, mantienen consternada a la sociedad dominicana.
El caso del triple homicidio-suicidio, de niños de siete, nueve y 11 años, ocurrió en la noche del pasado domingo en la calle Respaldo 7, esquina calle B, del referido sector ensanche Isabelita, mientras el del padre pasó hace dos días en la comunidad de Los Guandules Abajo, del Distrito Nacional.
Padre de niños: «como madre era excepcional»
En notable consternación permanecen los moradores del Ensanche Isabelita, en Santo Domingo Este, tras la tragedia del triple homicidio-suicidio, en el que una madre les quitó la vida a sus tres hijos y posteriormente se suicidó al ingerir una sustancia tóxica.
El hecho ocurrió en la noche del pasado domingo en la calle Respaldo 7, esquina calle B, del referido sector.
La autora del hecho respondía al nombre de Pennsylvania Mercedes Jiménez Valdez, de 37 años, y aunque se omiten los nombres de los menores, tenían siete, nueve y once años de edad.
Como una mujer “reservada”, pero «agresiva» y «celosa», describió José Arami Cabrera, de 46 años, a su esposa y, hoy, fallecida.
Sin embargo, manifestó que como madre era excepcional, por lo que permanece en asombro ante lo ocurrido.
«Algunas veces ella me celaba. Ella era muy cariñosa y muy buena con sus hijos, por eso estoy sorprendido. Todavía yo no creo que ella hiciera eso; ella quería demasiado a esos muchachos», expresó.
El padre de los niños regresó en la mañana de este lunes al lugar de los hechos cabizbajo y con notable cansancio, tras haber sido sometido a un interrogatorio como parte de la investigación realizada por las autoridades.
Aunque se desconocen las posibles razones que llevaron Jiménez a tomar la decisión, familiares de Cabrera señalaron que el posible detonante fue supuestamente por celos, aunque él dijo desconocer los motivos.
«La razón de que ella cometiera esa tragedia yo no la sé. Estábamos bien; de un momento a otro ella bajó para acá, y no se sabe lo que pasó en el camino, porque yo no la vi», explicó Cabrera.
Jiménez habría dejado una carta escrita antes de la tragedia, la misma que continúa bajo custodia de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim).
“Perdón, era mucho para mí sola. Lo siento, no podía dejar a mis hijos en este mundo tan cruel. No quiero que aguanten lo que yo tuve que aguantar. Es demasiado y ya no lo resisto”, leía la carta que fue revelada pasado del mediodía del lunes.
Diez años tenía la familia residiendo en el sector y una unión de 13 años tenían Cabrera y Jiménez.
Lo abrazaba
Mientras, a dos días de la tragedia, la comunidad de Los Guandules Abajo, del Distrito Nacional, permanece en estado de consternación por el infanticidio cometido en la madrugada del domingo, en la que un hombre fue acusado de quitarle la vida a su hijo de un año y ocho meses de edad.
El acontecimiento ocurrió en la calle Peatonal José Mateo, de Los Guandules Abajo, cuando Dionis Zabala, de algunos 20 años, supuestamente le quitó la vida a su hijo por asfixia.
“El niño murió teniéndolo él abrazado, parece que al tenerlo abrazado lo asfixió. (…) Él estaba bajo llave”, explicó Euclides Sánchez Alcántara, primo hermano del padre del victimario.
Sánchez también reveló que hace aproximadamente cinco años Zabala habría sido diagnosticado con problemas mentales, y se mantenía estable con la ayuda de su padre, quien falleció en un accidente de tránsito, pero que hacía unos días había tenido una recaída.
“Cuando le preguntaron que si él sabía lo que hizo, él dijo que sí, que él dice que sí que él mató a su hijo, que fue Papá Dios que lo mandó”, expresó Sánchez.
También expresó que la madre del infante reside en Chile. Además, manifestó que los comunitarios se enteraron alrededor de las 5:00 de la mañana del domingo, debido a los gritos de la abuela del infante, tras darse cuenta del hecho.
“Son cosas que todo el mundo se ha quedado sorprendido y tanto que ese muchacho quería ese niño”, dijo.
Zabala se dedicaba a la compra y venta de hierros viejos. Y aunque se le vio sosteniendo una Biblia, los vecinos aseguraron que él no era religioso.
El imputado fue trasladado este lunes al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
La fiscalía solicitó presión preventiva para Dionys Zabala. El imputado fue trasladado a la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, tras ser evaluado por un médico legista de la Fiscalía.
LISBETH CHALAS