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El país de las desilusiones

POR MARCOS SANTOS. – A lo largo de su historia reciente, el pueblo dominicano, ha sufrido desilusión tras desilusión con lo diferentes gobiernos que hemos tenido contando desde la caída de la dictadura de Trujillo hasta nuestros días.

Con la llegada al Poder de Juan Bosch en 1963, y su derrocamiento en septiembre de ese mismo año, hecho funesto por el cual se cumplen 62 años, la sociedad dominicana perdió una oportunidad de oro de tener un gobierno progresista, honesto, y, sobre todo, esencialmente democrático y garante de las libertades públicas.

Con el Golpe de Estado perpetrado en contra del naciente régimen presidido por Bosch, se produjo una gran desilusión para amplios sectores de la sociedad dominicana.

Ese hecho histórico, trajo como consecuencia la guerra de abril de 1965, y la segunda intervención militar de los Estados Unidos al país, donde emergen las figuras de los coroneles Rafael Tomas Fernández Domínguez y Francisco Alberto Caamaño Deñó, donde ambos lideres constitucionalistas demostraron su arrojo y valentía ante las tropas invasoras.

Terminada la guerra patria del 65, al año siguiente Joaquín Balaguer asume el Poder y gobierna por un espacio de doce años, si bien fue un gobierno de grandes realizaciones materiales, también es cierto, que hubo muchos actos de corrupción y violaciones a los derechos humanos y las libertades públicas, con cientos de asesinatos y desapariciones en contra de opositores al régimen de Balaguer.

En el 1978, con la llegada al Poder del PRD, vuelve el pueblo a ilusionarse, para desilusionarse ocho después, luego del desastre económico del período encabezado por Salvador Jorge Blanco.

Entre 1986 al 1996 gobierna Balaguer con “otro estilo de gobierno”, pero con grandes dificultades económicas para grandes segmentos de la población.

En el 1996, llega el PLD con Leonel Fernández y su “nuevo camino”.

Si bien es cierto, que el país acusó transformaciones materiales e institucionales, del mismo modo se evidenció desilusión, porque se esperaba mucho mas de aquellos que se pasaron años afirmando que eran distintos a los demás partidos políticos.

Al final, eran más de lo mismo.

Del 2000 al 2004, el desencanto no pudo ser peor.

El gobierno de Hipólito Mejía y el PRD, hundió al país en el caos total.

La historia es muy reciente para olvidarla tan fácilmente.

Leonel Fernández, Danilo Medina y el PLD, realizaron muchas obras importantes, hicieron significativos aportes a la fortaleza institucional del país, por lo menos en el papel, pero la corrupción y la impunidad, son marcas indelebles de ambos gobiernos.

Muchos dominicanos y dominicanas, están muy desilusionados con ambos lideres opositores.

Y en el año 2020 con la llegada del cambio con el PRM, muchos comienzan a desilusionarse con ese partido por los constates casos de hurto al erario nacional, y la evidente caída en la calidad de los servicios públicos básicos para la mayoría de la gente.

El 2028 viene por ahí, y la verdad es que se vislumbra una apatía de la gente ante la falta de expectativas de alguien, que, junto a su equipo, saquen a camino al pueblo dominicano, un camino que sea de progreso y bienestar para la gente, y no como ha sido hasta ahora, que el bienestar y el progreso solo se siente en el grupo gobernante.

Cosas así, no solo desilusionan a cualquiera, si no, que además dan pique.

EL AUTOR ES DIRECTOR DE CALLE56.COM

Marcos Santos

Conductor del programa «Con Marcos Santos», que se difunde por el canal 8 de Telenord de lunes a viernes de 6:00 a 7:00 de la noche

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