SANTO DOMINGO- Los familiares y vecinos de Elisa Muñoz y Joel Díaz aún no conciben la idea de la pérdida física de la pareja y entre dolor e indignación por la manera, que califican como “injustificable”, en que murieron dan el último adiós a las víctimas.
Cabizbajos fueron apersonándose pequeños grupos de allegados en los que el llanto, dolor e indignación se reflejaba en sus rostros.
En solo algunas horas, transitar por Las Colinas de Cuesta Linda, en Sabana Perdida, donde se encuentra la vivienda en la que residían los recién casados, se hizo difícil, no solo por los grupos de personas en los alrededores, sino también por la gran carga emocional del ambiente.
«Esto ha consternado a todo el mundo», dijo súbitamente Cecilia Cabrera, una de las vecinas de los fallecidos.
Cabrera manifestó, entre palabras cortadas por las lágrimas, que aún no puede creer lo que pasó y que los niños del lugar aún esperan por su llegada.
«Mira todos esos niños (señalando a un grupo de ellos) están esperando que ella llegué todavía», expresó.
Ultimas palabras
Carlos Pérez, sobreviviente del múltiple asesinato y que salió ileso “de milagro”, recordó que mientras los uniformados de la PN disparaban, escuchó como Elisa clamaba: “Jehová ten misericordia, Jehová ten misericordia. Después dijo Jehová y ya».
Entre lágrimas, el joven de 32 años que iba detrás del asiento del conductor, narró que cuando escucharon los disparos, todos intentaron agacharse, pero Elisa y su esposo Joel Díaz no tuvieron tiempo.
«Nosotros (refiriéndose a los de atrás) nos agachamos de una vez en el vehículo pero a los de adelante (Elisa y Joel) le tiraron de una vez a ellos», indicó Pérez.
Aunque Pérez logró salir sin ninguna herida física, el sonido de los disparos le agobia por la noche y le impiden dormir, según dijo.
Sepelio
Los cuerpos de la pareja serán expuestos hasta las 2:30 de la tarde de este viernes en la Funeraria Blandino, y de ahí la familia tiene pautado darles cristiana sepultura, según confirmó la familia a este diario.
HELENNY AMPARO
