TAMPA.- Los Azulejos son un equipo grande y ruidoso. Gane o pierda, siempre hay un elemento de caos involucrado, pero en octubre, son las decisiones pequeñas y silenciosas las que marcarán la diferencia.
La victoria por 4-2 del martes en el Tropicana Field se convirtió en uno de esos momentos, y fue en contra de los grandes maestros de hacer bien las pequeñas cosas: los Rays. Cuando Vladimir Guerrero Jr. Produjo un sencillo suave al jardín izquierdo en la sexta entrada, Marcus Semien se quemó alrededor de la segunda base y corrió a la tercera. Es una decisión que apuntó a los Azulejos hacia la victoria, manteniéndolos medio juego por delante de los Yankees, que también ganaron el martes, por el segundo lugar como comodín de la Liga Americana .
Semien reconoció que este no era un contacto típico de Guerrero. De los 179 hits de Vladdy en 2021, solo tres han sido más suaves que este a 68,9 mph. Combine eso con el giro de la pelota de béisbol, y rebotó lentamente frente al jardinero izquierdo Manuel Margot, lo que permitió a Semien deslizarse hacia la tercera base justo antes del lanzamiento.
Guerrero, al ver lo que estaba sucediendo delante de él, también quería un poco más. A tres pasos de la primera base, Guerrero puso las cosas en marcha y se dirigió a la segunda con toda su fuerza. Cuando el lanzamiento de Margot llegó a la tercera base, Guerrero ya estaba en el aire, congelado en vuelo por un momento antes de estrellarse de cabeza contra la segunda base, su casco pasó muy lejos de la bolsa y rebotó en un árbitro. Cuando Guerrero apareció, lanzó un puñetazo sinuoso hacia su banquillo con tanta emoción como la que verías en la superestrella de 22 años después de un jonrón de 450 pies.
AP
