POR MARCOS SANTOS. – A raíz de una denuncia hecha por el doctor Marcos Bonilla, presidente de la filial Duarte del Colegio Médico Dominicano, de que en el hospital San Vicente de Paúl de San Francisco de Macorís, los médicos se vieron en la necesidad de usar fundas plásticas ante la falta de guantes, la salida del Servicio Nacional de Salud, no fue la más adecuada en todo el sentido de la palabra.
Quienes somos y residimos en San Francisco de Macorís, conocemos de la honradez, seriedad y capacidad del doctor Marcos Bonilla, y siendo él un médico de prestigio, y una persona alejada de todo tipo de conflictos, varios medios locales y nacionales se hicieron eco de su denuncia, además estamos ante el presidente provincial del gremio que agrupa a los galenos.
En pocas palabras, el doctor Bonilla es una voz autorizada, justamente para hablar del tema en cuestión.
La denuncia del referido profesional de la salud, trajo como consecuencia la reacción de las autoridades locales, tanto del hospital San Vicente de Paúl, como de la Regional Nordeste del Servicio Nacional de Salud, cuyos incumbentes convocaron a los medios y desmintieron la denuncia, al tiempo de mostrar un almacén repleto de insumos y medicamentos para ser usados en ese centro hospitalario.
Hasta ahí todo iba bien.
El libre juego de la democracia.
Alguien calificado hace una denuncia sobre el desempeño de una institución pública y sus funcionarios reaccionan y ofrecen su versión sobre el particular.
Y el escenario ideal para esto son los medios de comunicación.
Sin embargo, luego de la rueda de prensa, y luego de que los medios se hicieran eco de la posición oficial sobre la situación imperante en el hospital San Vicente de Paúl, las autoridades nacionales del Servicio Nacional de Salud, se destapan con un comunicado calificado como un irrespeto y una desconsideración a los medios locales que se hicieron eco de la denuncia hecha por el doctor Marcos Bonilla.
Como dije antes, tanto el director regional Nordeste del Servicio Nacional de Salud, como el director del hospital, habían desmentido la denuncia, sin embargo, no se conformaron con eso, y en un ejercicio cargado de errores, mal manejo, imprudente, y desconsiderado, arremeten contra los medios a los cuales califican como portavoces y propagadores de “informaciones sin base”.
El Servicio Nacional de Salud nos llamó mentirosos.
Incluso, utilizó un término en inglés para ello “Fake News”.
Dentro de mi ignorancia, me pregunto de quién fue la idea de la publicación de ese documento, porque no me imagino que la misma haya surgido de un periodista o comunicador, porque si es así, no lo voy a creer.
Y es que no puedo creer que, desde el Servicio Nacional de Salud, ante una denuncia responsable hecha por una persona calificada, de respeto, se pretenda presentar a los medios que se hagan eco de la misma, como mentirosos, propagadores de noticias falsas, son cosas que en mi vida nunca había visto.
Por ejemplo, si un dirigente del PRM afirma que el PLD o la Fuerza del Pueblo, representan el atraso y el caos en el país, y los medios publican esas declaraciones, la repuesta de esos partidos opositores segurísimo va dirigida a lo que dijo ese dirigente y no contra los medios de comunicación que reprodujeron la misma.
De todos modos, seguiremos hacia delante.
