Santiago. El levantamiento sin control de viviendas en las aguas del canal de riego Monsieur Bogaert se ha convertido en un problema de salubridad y de hacinamiento para 250 familias en el sector La Otra Banda, en Santiago.
La descarga de desechos de letrinas y la basura y material plástico van a parar a dicho canal. Estos niveles de contaminación constituyen el mayor riesgo, debido a que miles de familias consumen el líquido de dicho canal.
Desde hace más de tres décadas se inició la construcción de casuchas con pedazos de hojalata y zinc y como soporte, neumáticos viejos que muchas veces son los generadores de brotes de mosquitos.
En esas condiciones, ha continuado la proliferación de viviendas y de familias que malviven entre la miseria y el hacinamiento.
Las aguas servidas por el canal de riego, permiten suplir a cinco acueductos de la Línea Noroeste y para la producción agrícola.
Un kilómetro de ocupación
Se estima que las viviendas improvisadas fueron levantadas en aproximadamente 1,500 metros del canal.
Algunas personas llevan más de 30 años a la espera de un plan de gobierno o de las autoridades municipales que permita mejor suerte. Con el paso del tiempo, algunos comunitarios improvisaron un puente construido con pedazos de madera, que permite desplazarse hasta el otro lado del canal.
Josefina Veras ha visto como en varias ocasiones su hogar se inunda y hasta el colapso de una pared.
Y es que el cúmulo de basura lanzada desde las viviendas, provocan que en varios puntos el canal de riego quede obstaculizado y dificulte la correntía de las aguas.
Veras lleva años a la espera de la ayuda gubernamental para poder salir del lugar.
INDRHI con plan de revestir canal
El 2 de diciembre de este año, Olmedo Caba, director general del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI) anunció un plan para revestir en hormigón el canal Monsieur Bogaert, debido a la importancia que reviste para suplir agua a miles de familias. El proyecto busca tomar en cuenta a las personas, cuyas viviendas fueron levantadas de forma improvisada.
MIGUEL PONCE
