Abinader y sus “magos”
POR NARCISO ISA CONDE.- Abinader y su anillo político-empresarial están fascinados por el arte de allantar. Sus “hacedores de imagen” los han emborrachados de pasarelas, shows mediáticos y publicidad bajo el influjo de la mercadología electoralista; y tienden a sustituir lo que realmente pasa por lo que sus geniales «imaginólogos» inventan.
Estamos, pues, ante un Presidente de la postverdad, dedicado a convertir mentiras y medias verdades en verdades. Sus verdades son predominantemente virtuales y las pocas reales son adornos. El gobierno se ha convertido en una súper agencia de fantasías, anuncios y promesas espectaculares.
Pero acontece que los hechos son muy tozudos y cuando menos se los esperan le dañan el show, perforando la virtualidad. Así ha acontecido con los «allantes» desplegados frente “los daños del ciclón Fions”: solo esta expresión espontánea de damnificados cruelmente estafados ha destrozado el engaño mediático: “El río –afirmaron- nos llevó todo y el gobierno solo nos trae funditas para algunos”.
También ha pasado con la apertura de este año escolar que ha desnudado dramáticamente el abandono ocasionado en estos dos años de mentiras y continuidad de la piñata, al mostrar un miserable reparto de útiles y uniformes escolares. El patrón mercadológico viene del poder transnacional. Miren esto:
-El FMI es un pernicioso instrumento del empobrecedor capitalismo neoliberal. Sus ajustes coyunturales son tristemente famosos por su poder para endeudar Estados, obligar a pagar deudas onerosas y expandir el hambre en todo el mundo.
-Hace pareja con el Banco Mundial, que se encarga de los “ajustes estructurales” para privatizar todo lo público y todo lo social, incluidos valiosos patrimonios naturales: minas, fuentes de agua, costas, bosques y biodiversidad. Ambos se encargan de intervenir y endeudar economías para hacer más ricos a los mega-ricos y más pobres a los empobrecidos/as y a las capas medias. Pasa aquí y allá.
Pero el capitalismo de estos tiempos no solo es experto en sobreexplotar, excluir, hambrear mayorías… sino también en renovar y modernizar capacidades para mentir y simular.
Eso explica que el «hambreador» de masas, supuestamente “preocupado” por el hambre, declare: “No hay recursos para combatir el hambre”, pero si para engordar Bancos, consorcios, mega-mineras y oligarquías capitalista y para crear grotescas desigualdades y expandir nuevas guerras de conquista.
Explica también que las AFP Y ARS, que obtuvieron ganancias de 49 mil millones de pesos en 17 años, estén hoy muy “preocupadas” en Punta Cana porque el “populismo” puede “arruinarlas”.