Cierre de frontera merma presencia haitiana en sector bananero de Valverde
Después del cierre de la frontera provocado por el impase entre República Dominicana y Haití, por la construcción de un canal de riego para la toma de agua del río Masacre, se ha producido una merma de trabajadores haitianos en los campos agrícolas de la provincia Valverde.
Así lo informó Dalton Rodríguez, presidente de la Asociación de Bananeros Unidos (Asobanu), quien indicó que casi un 40% de los trabajadores extranjeros se han ido.
Desde la imposición de la medida del cierre total de la frontera, se ha observado en videos que circulan en las redes como cientos de haitianos han retornado de manera voluntaria a su país por el paso fronterizo de Dajabón.
“El sector bananero depende mayormente de la población haitiana, es un proceso ahora mismo en las cajas. El volumen de cajas que estábamos produciendo ha bajado, porque las fincas no se pueden trabajar solas”, explicó Rodríguez.
Luego de señalar que Mao es una de los municipios más productivos tanto del sector arrocero como bananero, el dirigente agricultor remarcó que en ambos sectores “predomina la mano haitiana”, por ende, la situación ha ocasionado que varios procesos de las fincas se vean paralizados.
INCERTIDUMBRE
“Nosotros estamos ante una incertidumbre”, comenta Osvaldo Tineo, miembro de la junta directiva de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano), explicando que su mayor preocupación ante la situación que están viviendo los integrantes del gremio son los inesperados operativos de parte de los organismos encargados, quienes, en varias ocasiones, han apresado y deportado a los trabajadores de la cosecha.
“Hay una empresa donde los empleados le hicieron un motín, porque ellos exigen sus prestaciones laborales para poder irse a su país, ya que entienden que aquí no están seguros en ningún sitio”, dice Tineo.
Agrega que hay algunos productores que han tenido que suspender los procesos de exportación porque le retienen los empleados, no pueden llegar a la finca o no acuden suficientes. Esto resulta en que, en algunos casos, los productores y exportadores pierdan importantes ventas con los clientes.
Según Tineo, para el trabajador haitiano es “muy difícil”, debido a que estos deben cumplir su labor encima del miedo de que al salir de los campos se enfrenten a la autoridad y sean enviados a su país, perdiendo así, sus derechos adquiridos y prestaciones.
Esto lo corrobora uno de los trabajadores de una finca cerca de Hato Nuevo, Santa Cruz de Mao, quien dijo a este diario que siente temor ante la situación. A pesar de las tantas ferias de empleos y publicaciones, en la región aún no han encontrado mano de obra calificada que trabaje esa área agrícola, y por esto trabajan cada día, sin un “plan B”, para afrontar la situación.
“Se está tratando de captar al trabajador dominicano, pero a este no le interesa, porque consigue mayores beneficios con las ayudas sociales”, subraya.
REPATRIADOS, AUN CON SUS PERMISOS
Dalton Rodríguez menciona que el problema primordial radica en que los extranjeros son deportados por agentes de migración, pese a que cuentan con su carnet que les permite estar en territorio dominicano laborando.
“Aunque tú sabes que se los llevan y a los dos días tienen que estar aquí porque tienen que pagar un peaje otra vez para volver. No veo esas condiciones buenas, esto le está afectando al campo dominicano”, dice Rodríguez.
Los haitianos denuncian que una vez son detenidos por las autoridades, aunque laboran para las plantaciones, les están cobrando un “peaje” de hasta 8 mil pesos para poder regresar al país cuando solo gana alrededor de 500 pesos al día.
Es ante este mal trato, según explica Rodríguez, a pesar de contar con los permisos necesarios, muchos haitianos han decidido renunciar a sus labores en plantaciones de la demarcación.
“Por qué este sector, que es el sector que alimenta el país”, se cuestionó ante la acción de los militares que apresan a los haitianos pese a que muestren su carnet de empleo.
LISTIN DIARIO