Cuando se quiere alcanzar el techo (Roof), el fin justifica los medios
POR MARCOS SANTOS. – La famosa frase “El fin justifica los medios”, es puesta en práctica en la política, los negocios, y hasta en el amor, y nos indica que tan decididos están las personas para conseguir un objetivo, sin tener ningún tipo de miramientos desde el punto de vista ético y moral.
Y es que, quienes fundamentan su vida en la referida frase, mandan la moral de vacaciones, no les importa nada, excepto sus intereses, su ego, su vanidad, y el inmenso deseo de ser reconocido.
Leer nunca ha sido malo, todo lo contrario, pero siempre debemos tener sumo cuidado con el contenido de nuestra lectura.
Por ejemplo, y respetando la opinión de los demás, cuando un autor te sugiere “Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles”, te está diciendo que seas oportunista y desleal.
Pero bien, no nos vamos a adentrar en ese mundo fascinante de la lectura, siempre y cuando esta se practique para aumentar tu acervo cultural, y jamás para vender una falsa imagen de “intelectual”.
En un párrafo anterior hicimos mención de la política, y la actividad política no es más que tener principios, ideología, luchar para dar a conocer esos principios, esa ideología, intentar lograr la conquista del Poder a través de medios establecidos (elecciones), y desde el Poder ejecutar las transformaciones mediante políticas publicas que ayuden a tener una sociedad más justa para todos.
Pero cuando es lo contrario, entonces la sociedad se perjudica, y vienen entonces las decepciones de todo tipo.
Es por eso, que la mayoría de los partidos políticos en la República Dominicana, están desacreditados, y los responsables de todo esto, son justamente los dirigentes políticos.
Una muestra de ello, es la violación constante del horario del toque de queda establecido mediante decreto por el presidente Luis Abinader.
En San Francisco de Macorís, hay un negocio cuyo propietario valiéndose de su militancia en el partido de gobierno (PRM), y las relaciones que ha cultivado con funcionarios de la presente administración, ha violado y se ha burlado olímpicamente del horario del toque de queda.
A eso se le llama tráfico de influencias, y eso es un delito aquí y en Pekín.
No se vale militar en una agrupación política, y luego que esta llega al ejercicio del Gobierno, sacar provecho personal utilizando el tráfico de influencias.
No es válido, ni decente hacer eso.
No es posible que se pretenda convertir a una institución pública encargada de monitorear el cumplimiento de los horarios establecidos para la venta de bebidas alcohólicas, en una entelequia, queriendo hacer nombrar a un monigote que responda a sus mandatos.
Mi respetado amigo Félix Núñez, renunció del COBA, porque es un hombre de honor, eso de que fue por motivos de salud, esa no se la creo a nadie, con todo el respeto que me merece el legendario gremialista.
Roof, es una palabra del idioma inglés, y significa techo, y para alcanzar el techo no se debe recurrir a malas artes y artimañas.
Eso pienso, eso creo, con toda la libertad que gozamos para decir las cosas, nuestras verdades, jamás mentiras, ni manipulaciones, ni extorsiones, ni chantajes.
Quizás, nunca alcance a Roof (el techo), económicamente hablando, pero si pretendo alcanzar otras cosas, y es mirar a los ojos a mi familia, a mis amigos y a todo el mundo.
Jamás bajar la mirada cansada por la vergüenza.
Prefiero ser como soy y no un hipócrita.
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