POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- Soy un hombre rural. Amo la agropecuaria. Reconozco que la vida en la zona rural ha dado un giro de 180-360 grados en algunos lugares. La tecnología ha llegado para transformar la producción y la vida de hombres y mujeres de nuestra zona rural. Un día de trabajo podía ser atractivo en 400 o 500 pesos para un jornalero.
Hoy, muchos de los hombres adultos y jóvenes que se ganaban la vida con una azada o una pala, tienen en sus manos una motocicleta., Con esta producen entre mil y mil 500 pesos en solo unas horas. Otros jóvenes han optado por irse a las grandes ciudades.
Difícil para un propietario de una parcela, grande o pequeña competir en esas condiciones. Las autoridades tienen un GRAN reto para garantizar que, como hasta ahora, el país siga siendo autosuficiente en la producción de la mayor parte de los productos que consume.
Por eso me preocupa que, a la cada vez más reducida mano de obra en la zona rural, se agregue la falta de técnicos agropecuarios capaces. El presidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agropecuarios, Danilo Severino, asegura que están siendo sustituidos técnicos, agrónomos, médicos veterinarios con la experiencia y preparación, por inexpertos “políticos” que están llevando el campo a la ruina.
También se queja el gremialista porque en puertos, aeropuertos y en la frontera se ha descuido la vigilancia, permitiendo la entrada de plagas que diezmarían la producción local con plagas ya controladas en el país. Puede que Severino exagere, pero viendo la situación del campo, es preciso que se le preste atención, tanto a su denuncia, como al problema de la mano de obra, imprescindible para garantizar que el país siga siendo autosuficiente en los artículos que más consume el dominicano. ¡¡¡Cuidemos el campo!!!
