Diplomática RD en Uruguay continúa ataques contra dominicanos en EU
NUEVA YORK.- La Ministro Consejera de la República Dominicana en Uruguay, Sonia Vargas, quien calificó hace unos días a sus compatriotas residentes en Estados Unidos de “parásitos”, ha continuado los ataques indiscriminados contra la diáspora quisqueyana en esa nación.
La diplomática, de manera inexplicable, mantiene una campaña de descrédito contra los dominicanos en Estados Unidos. Ahora tomó el tema de las remesas, queriendo insinuar que los dólares que envían al país no son significativo, que no tienen ningún impacto positivo para la económica dominicana.
“Ellos mandan 20 dólares me dice una joven que trabaja en Vimenca. Multiplicado por la cantidad que vive allá. Ella me hizo el cálculo”, escribió en su cuenta de Twetter.
Con este escrito trata de ridiculizar los grandes aportes que hace la diáspora quisqueyana a la economía nacional con las remesas que envía religiosamente al país desde diferentes destinos del mundo, especialmente de Estados Unidos y Europa, que se calcula en más de 7 mil millones de dólares anualmente, lo que ha sido, sin dudas, la tabla de salvación de la economía dominicana.
La Ministra Consejera, que a juicio de muchos criollos en Nueva York y otras ciudades estadounidenses llegó esta semana al “atrevimiento” de decir que los dominicanos en Estados Unidos “viven de welfare y cupones”, ahora vuelve al ataque criticando las remesas que envían los quisqueyanos a su amada patria.
También criticó con dureza a las familias dominicanas que emigraron a los Estados Unidos y no han tenido la oportunidad de crecer económicamente, porque a su juicio, la mayoría de esas personas “vive parasitando”.
“Tienen oportunidades y no las aprovechan, no van a la universidad, no salen del mismo entorno, vemos familias que se fueron y ya van por tercera generación en la misma pobreza material y mental”, dice.
Las interrogantes que se hacen muchos criollos en Estados Unidos es por qué esta diplomática se comporta de esta manera con sus compatriotas que se vieron forzados a emigrar buscando mejores condiciones de vida y se sacrifican para ayudar a sus familiares que dejaron en República Dominicana, y son referentes de trabajo y honradez en los Estados Unidos y en cualquier parte del mundo donde se encuentran residiendo.
Para muchos de estos sacrificados dominicanos, estos ataques son una “frescura y una insolencia” de esta diplomática, que en vez de estar cometiendo de esos excesos contra sus compatriotas, debiera hacer propuestas viables al gobierno dominicano con miras a desarrollar estrategias para proteger y ayudar a la diáspora en Estados Unidos y en todos los países donde haya un quisqueyano.
RAFAEL PEREZ