‘El Sol’ salió y brilló en el Estadio Olímpico luego de momento «oscuro»
SANTO DOMINGO.- Cuando existía el miedo de que Luis Miguel no ofreciera su concierto en República Dominicana, ‘El Sol de México’ salió a las 8:50 de la noche y brilló como nunca en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, en Santo Domingo.
Con una sonrisa y buen humor, el multipremiado artista inició cantando «Será que no me amas», continuó con «Amor, amor, amor» y posteriormente «Culpable o no», dejando en el olvido lo ocurrido el pasado miércoles, cuando el espectáculo tuvo que ser pospuesto para el día siguiente por supuestos «inconvenientes técnicos».
Luis Miguel cantó aproximadamente 32 canciones seguidas, sin la típica interacción con el público ni el agradecimiento de despedida.
Para el repertorio musical de esta gira ‘Luismi’ se hace acompañar de una orquesta compuesta por coristas, bajos, trompetas, trompetas, batería, teclado, guitarras, entre otros.
El cantante también entonó sus éxitos «Somos novio», «Te necesito», «Suave», «Hasta que me olvides», «Cuando calienta el sol», «La Bikina» y «La media vuelta», estas dos con mariachis.
Aunque Luis Miguel dijo adiós con besos y movimiento de manos hacia los presentes, aceptó cantar «Cucurrucucú, Paloma» para cerrar el telón a las 10:35 de la noche.
Cabe destacar que el intérprete de 53 años trataba de utilizar un tono de voz bajo, aparentemente con el objetivo de cuidar sus cuerdas vocales debido a la extensa agenda de presentaciones que le esperan.
La fanaticada tuvo una excelente receptividad con su ídolo a pesar de no haber tenido un discurso de su parte para referirse al episodio del miércoles o sobre su visita al país.
Sin embargo, minutos después de finalizar su show Luis Miguel se encontró con cientos de admiradores que lo acompañaron hasta abordar su helicóptero, a pocos kilómetros del estadio, donde hubo euforia y tensión por los agentes de seguridad, que resguardaron a la estrella, quien no dudó en saludar de manera afable a los que pudo alcanzar.
Organización:
Con relación al orden en las entradas, requirieron mayor personal y señalización que no confundieran al público, sino que los ayudara a encontrar la sección que les corresponde.
YERLENDY ABAD