En nuestro Caribe ahora presenciamos un realismo trágico
POR BERNARDO VEGA.- Alejo Carpentier desde Cuba escribió “El reino de este mundo” en 1949 sobre la revuelta de los esclavos haitianos contra sus amos franceses, dando así inicio a un movimiento cultural caribeño que se denominaría “el realismo mágico” y el cual luego sería complementado con las obras de Gabriel García Márquez y su “lo real maravilloso”.
Pero, lamentablemente, en nuestro Caribe ahora presenciamos un realismo trágico. Los hijos y nietos de la gloriosa revolución cubana, que creó el primer Estado comunista en nuestro hemisferio y que buscaba eliminar la injusticia social y ofrecer bienestar a todos los cubanos, ahora vuelan a Puerto Príncipe, capital del país más pobre en nuestro continente, a comprar comida pues existe un gran desabastecimiento en la Cuba comunista.
Lo supimos cuando con motivo del cierre del aeropuerto de Puerto Príncipe el gobierno cubano tuvo que rescatar a sus ciudadanos para devolverlos a su patria. Ustedes se preguntarán por qué no vuelan más bien a la República Dominicana donde hay más comida y más tranquilidad.
La respuesta es que para los cubanos viajar a Haití no requieren visa lo que sí es obligatorio en el caso dominicano. Los haitianos saben que los cubanos no se quedarán en Haití, dadas las tristes condiciones imperantes allí, pero los dominicanos también saben que si los cubanos pudiesen entrar sin visa enfrentaríamos una gran inmigración.
Una buena parte de las Fuerzas Armadas dominicanas están ahora en la frontera para impedir el ingreso de haitianos, incluyendo a los varios miles que recientemente escaparon de las cárceles y a los integrantes de las bandas, quienes podrían tratar de refugiarse una vez lleguen las tropas de Kenia.
Al norte de Puerto Príncipe están las Islas Turcas y Caicos (Turquilán) que son parte integral de Gran Bretaña y allí la marina inglesa está siendo reforzada para evitar la llegada de más haitianos, pues ya en esas islas los súbditos británicos suman menos que los haitianos.
Bahamas
También sabemos que Bahamas está reforzando su marina para enfrentar el potencial éxodo de haitianos y como Estados Unidos está en campaña electoral y el tema migratorio es utilizado por los candidatos Trump (“el trastocado”) para atacar al otro candidato Biden (“el senil”), el gobernador republicano de la Florida ha solicitado que la guardia estatal de ese Estado impida la llegada de haitianos tal y como también lo quiere hacer la gobernación de Texas, cuando esa función toca a las autoridades federales y no a las estatales.
Para complicar la cosa las Naciones Unidas, a través de ACNUR, ha pedido a todos estos países que los haitianos sean recibidos como refugiados, lo que permitiría que se quedasen temporalmente.
Estamos ante el dilema del huevo y la gallina. El dinero para las tropas de Kenia y de otros países ha sido prometido por Estados Unidos para entregarlo a Naciones Unidas, pero eso requiere aprobación congresual lo que ha involucrado el otro tema de los recursos bélicos para Israel y Ucrania.
El ya célebre “Barbecue” (palabra taína originalmente “barbacoa”) ha declarado que sabe dónde viven las esposas e hijos de los que se dice que integrarán el nuevo Consejo de Gobierno, por lo que dudamos que este pueda crearse y operar antes de que lleguen las tropas de Kenia.
Ese Consejo de Gobierno, muy parecido al Consejo de Estado dominicano de enero de 1962, requerirá ser juramentado por Ariel Henry para así preservar la continuidad jurídica y constitucional del Estado haitiano y este no llegará a Haití mientras “Barbecue” y los otros integrantes de las bandas puedan amenazarlo.