Exjefe de la Minustah sugiere una acción militar “relámpago” en Haití
El exjefe de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), el chileno Mariano Fernández, juzgó ayer pertinente una “acción militar relámpago” en Haití y proveer asistencia a la policía para atacar a las bandas armadas.
Tras calificar de “frágil” y “complicada” la situación, Fernández cree que a una fuerza militar en ese país debe seguirle un plan de desarrollo que acorte las penurias de la gente.
Solo así, asegura Fernández, habrá posibilidades de éxito a una campaña de fuerzas militares extranjeras para lograr estabilidad política y social, como antesala para el desarrollo económico y humano en el empobrecido país.
Asimismo, advierte de que, ante el nivel que ha topado la crisis en Haití, “o se actúa o las bandas van a seguir hasta que las cosas se arreglen solas”, algo que, para la República Dominicana, “puede resultar incómodo”.
También llamó la atención sobre el hecho de que, dentro de ese cuadro de incertidumbre, es a la parte dominicana a la que resulta más difícil el problema, por el hecho de compartir el territorio insular.
El exdiplomático accedió complacido a hablar para Listín Diario desde Santiago de Chile, concretamente sobre la embarazosa situación que sacude la vida de los haitianos.
A partir de su llegada a Haití, en 2011, como jefe de la Minustah, Fernández apeló al papel facilitador del ente para buscar un consenso con los actores claves de ese país, reuniéndose con representantes del gobierno, parlamentarios, partidos políticos, sindicatos, empresarios e iglesias.
A esto se agregó la ejecución de un programa nacional de desarrollo y luego “la situación política estaba mejorando”.
“En los casi dos años que yo estuve en Haití solo hubo dos secuestros y un crimen político”, dijo Fernández.
Por eso, basado en su experiencia durante sus casi dos años al frente de la misión de la ONU en Haití, Fernández dice no es suficiente una fuerza militar para enfrentar tantos desafíos en el convulsionado país.
Además de fortalecer a las fuerzas policiales, se necesita de instituciones sólidas, seguridad, un pacto de gobernabilidad y un plan de desarrollo que dé trabajo a los haitianos.
Sin esto, anota, sería difícil establecer bases fuertes para lograr la paz y seguridad en el país.
Intervención y desarrollo
Bajo el panorama actual, indica, si el plan de intervención no se compacta con un programa de desarrollo, “vamos a volver a tener situaciones de inestabilidad”.
Si la gente no tiene empleos, las bandas, las mafias, el narcotráfico y el crimen organizado se aprovechan de esta vulnerabilidad, dijo el exdiplomático.
“Si no hay remuneración por el trabajo que se realiza, deben tener recursos, medios para vivir de cualquier manera”, apuntó.
“La cesantía facilita enormemente el delito”, resalta, y luego subraya que “si no hay condiciones para vivir, la gente tiene que hacer uso de la violencia”.
Entonces, dijo, “yo creo que ese es un gran desafío”, y no cree que sea “un asunto tan complejo sacar al país adelante, hacia el progreso”.
Haití tiene, precisa, “un potencial que no se puede subestimar, pero por su situación política hay que, desde Naciones Unidas, aportar una fuerza para garantizar fuentes de trabajo”.
Al comentar el problema de las bandas armadas que azotan en todos los ámbitos haitianos, Fernández asegura que “hoy en día se han instalado las bandas que no existían en la época cuando yo estuve” en Haití.
Asegura que, en aquellos tiempos, “estábamos en un proceso de mejoramiento de las condiciones de vida de la gente, había más trabajo”.
“Eso hay que continuarlo, porque todavía (la situación) es frágil, muy frágil” en Haití, agregó.
Para combatir a esos grupos violentos, el exjefe de la Minustah dice no tener “ninguna duda” de que hay que entrenar a las fuerzas de policía, dotarlas de inteligencia para promover y conocer bien donde están los principales focos”.
A la par con esto, añade, “también hay que tomar medidas estructurales que permitan una cierta estabilidad y mayor seguridad para la gente”.
Atrapan al jefe
Banda
Jones Firmin, el presunto líder de la pandilla de “Canaan 50”, cayó ayer en manos de la policía haitiana en la localidad de Pierre Payen, en Saint-Marc.
El hecho fue confirmado por Moïse Derestin, jefe de la fiscalía de la localidad, según el medio Vant Bef Info.
Firmin es el número 1 de la poderosa banda armada y ahora está bajo lka tutela de la comisaría de Saint-Marc.
Fusión al ataque.
Ayer, el partido haitiano Fusión condenó “enérgicamente” el pedido del exsenador Moïse Jean Charles a sus seguidores, a comprar machetes para iniciar la revolución, y lo califico de actitudes “agresivas e irresponsables”, que invitan a atentar contra la vida de funcionarios del gobierno y sus familias”.
La estructura política indica que esas declaraciones de Moise amenazan claramente la seguridad del Estado.
GUILLERMO PEREZ