La Fiscalía del Distrito Judicial Duarte cree que pudiera tratarse de crímenes seriales los atribuidos a un hombre de 28 años de edad que, conforme a los testimonios de sus víctimas, ha envenenado a por lo menos cuatro mujeres en hospitales de Santiago y San Francisco de Macorís, en hechos que comete utilizando un mismo patrón de conducta y que degeneraron en la muerte de una de las víctimas.
El Ministerio Público en Duarte, tutelado por la magistrada Smaily Rodríguez, solicitó prisión preventiva en contra de Antonio Fermín García, alias ‘’Rafael’’, quien fue detenido el miércoles 30 de diciembre del 2020 en el hospital San Vicente de Paúl, luego de intentar envenenar a una joven haitiana de 26 años de edad, tras ofrecerle un jugo al que, momento previo, le habría echado una sustancia tóxica hasta ahora desconocida.
La joven, en estado delicado, estuvo ingresada durante varios días.
La magistrada Rodríguez dijo que está a la espera de que el tribunal fije fecha para la audiencia y espera la imposición de la prisión preventiva contra el sospechoso de los hechos ocurridos en un tiempo de dos meses, uno tras otro, bajo circunstancias similares.
“En principio pensábamos que se trataba de una situación que tal vez tenía que ver con la nacionalidad de la señora, pero al ver la información con respecto a lo que ocurrió en Santiago, pudiésemos decir que se trata de una persona con situación serial hacia el género de la mujer que es muchísimo más delicado”, explicó la fiscal de Duarte.
Indicó que luego de que se conozca la medida en esa demarcación, el acusado será remitido a Santiago para que se aperture el proceso por el homicidio de la señora y lo ocurrido con la sobreviviente.
El apresamiento de Antonio Fermín García detonó las alarmas luego de que el retrato hablado que la Policía había elaborado comprobara que se trataba del mismo hombre que el 13 de noviembre del 2020 echó una sustancia venenosa al té que tomaron Maximina de los Santos, de 62 años y Martha Durán, última que falleció horas después de ingerir el tóxico, en el hospital Cabral y Báez.
El testimonio de los parientes de Durán y De los Santos afirmaba que el imputado cometió los hechos en la sala de espera del área de Emergencias del Cabral y Báez, pese a la negación que, sobre el particular, hizo la dirección del centro hospitalario.
El testimonio de la que parece ser la cuarta víctima del envenenador, una joven de 25 años de edad, que narró los hechos a Diario Libre y los videos de las cámaras de vigilancia del hospital Cabral y Báez, corroboran el lugar donde ocurrieron los hechos.
Crimen en serie
El abogado penalista Félix Portes cree que la calificación de crimen serial no es procesalmente apropiada en el caso. Al expresar a Diario Libre sus observaciones sobre el proceso judicial contra el sospechoso, entiende que lo que sí pudiera alegarse es la reincidencia, más no el asesinato o envenenamiento en serie, que no está contemplado en el Código Procesal Penal y que necesita de precisiones para confirmarlo.
“No creo que se podría porque no creo que haya análisis (toxicológico) que confirmen que todas las sustancias, en todos los casos, sea la misma. Lo que sí es que hay un patrón de conducta, en derecho eso se llama modus operandi, para él cometer sus crímenes, para él lograr su objetivo, es decir, robar”, indicó.
Portes refiere que habría que determinarse el tipo de toxicidad y si se trata de la misma sustancia, para poder establecer que se trata de un asesino o envenenador en serie.
Dos jurisdicciones; un imputado
Pese a lo gravoso del primer hecho ocurrido en noviembre, en el cual una de las dos primeras víctimas falleció, Portes pondera la competencia de cada jurisdicción y aclara que no puede haber una unificación de los casos. Explica que la competencia territorial es improrrogable y cita el artículo 59 del Código Procesal Penal que refiere sobre el asunto.
“El de San Francisco de Macorís no se puede unir, no importa dónde la persona haya muerto, los procesos se llevan de manera individual. Lo que sí puede hacer Santiago es usar ese caso (el proceso en SFM) para la medida de coerción en Santiago, como un elemento de prueba circunstancial para probar la reincidencia de esta persona y que tiene un proceso por el mismo hecho y con las mismas circunstancias”, sostuvo.
Consideró que el Ministerio Público en Santiago puede hacer mención del caso en Duarte, para agravar la situación procesal del imputado ante el juez y el tribunal pueda validar que el encartado no ha cometido un hecho aislado, sino varios bajo las mismas circunstancias.
YOMAIRA DEL ROSARIO