Fiscalía de Perú da 24 horas para cremar restos de líder de Sendero Luminoso
La fiscalía de Perú dio un plazo de 24 horas para cremar el cadáver de Abimael Guzmán, el sanguinario líder del grupo maoísta Sendero Luminoso, cuyos restos se disputaban su viuda y el gobierno.
La fiscalía del Callao, puerto contiguo a Lima donde se erige la cárcel de máxima seguridad donde Guzmán cumplía cadena perpetua desde 1992, dispuso, a doce días de su muerte, «la cremación del cadáver del cabecilla terrorista», señaló el Ministerio Público en Twitter.
Las carteras de Justicia y del Interior deben recoger sus restos de la morgue y cumplir «con la cremación y el destino final de sus restos en un plazo máximo de 24 horas», agregó.
Se desconoce donde tendrá lugar la cremación y si habrá un registro del hecho, como pedían algunos congresistas de derecha.
El ministro del Interior, Juan Carrasco, había advertido el martes que la cremación se desarrollaría en reserva.
«El día que se termine todo daremos cuenta de que ya se procedió a lo dispuesto por la norma», declaró entonces Carrasco.
Guzmán falleció a los 86 años el 11 de septiembre de neumonía, según el Instituto Penitenciario. Su muerte ocurrió un día antes de cumplirse 29 años de su captura.
La salud de Guzmán había decaído los últimos meses e iba a ser trasladado a otra prisión en enero de 2022. En agosto había sido hospitalizado por supuestos problemas renales.
– Cadáver disputado –
El cadáver de Guzmán quedó en poder del Ministerio Público desde su muerte luego que un fiscal rechazó el pedido de la encarcelada viuda, Elena Yparaguirre, de darle sepultura a través de una tercera persona.
Yparraguirre, presa también a perpetuidad y número dos de Sendero Luminoso, apeló ante un juez la decisión y acusó al gobierno de «asesinato» pero su queja no tuvo respuesta.
La fiscalía alegó razones de seguridad nacional para cremar el cuerpo y no entregarlo a la viuda, ante el temor de que la tumba pueda convertirse en un lugar de peregrinaje para Sendero Luminoso, grupo considerado terrorista e ilegalizado desde hace años.
La decisión de la fiscalía de cremarlo se produjo pese a que aun no concluyó la investigación sobre las causas de su muerte.
«Las investigaciones respecto a los motivos de la muerte del cabecilla terrorista continuarán su curso con las diligencias que corresponden de acuerdo a las normas vigentes», precisó el Ministerio Público.
La fiscalía sin embargo dijo que el miércoles recibió «los últimos resultados de las evaluaciones» realizadas para certificar la identidad del cuerpo a través de pruebas de ADN, entre otras.
– Una ley para cremarlo –
El gobierno izquierdista peruano promulgó hace una semana una ley votada por el Congreso para autorizar la cremación de cadáveres por parte del Estado, ante un vacío legal en casos como el de Guzmán.
El Congreso, bajo control de la derecha, la aprobó hace una semana con el voto en contra de la bancada de Perú Libre, el pequeño partido marxista leninista que ganó, para sorpresa general, las elecciones presidenciales con el sindicalista Pedro Castillo.
Desde la muerte de Guzmán surgieron reclamos de congresistas de derecha para ver el cadáver ante suspicacias de algunos que consideran que Castillo e integrantes de su gobierno simpatizan con Sendero Luminoso, algo que el mandatario niega de plano.
– El «Pol Pot de los Andes»-
El «Pol Pot de los Andes» pasó sus últimos 29 años condenado como responsable intelectual de uno de los más cruentos conflictos en América Latina, con 70.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Sendero Luminoso lanzó una «guerra popular» marcada por cruentas acciones terroristas entre 1980 y 2000.
Abrazó el maoísmo y los métodos del líder camboyano Pol Pot, en tanto se formó una imagen de revolucionario duro e implacable dispuesto a ordenar masacrar a los habitantes de los poblados andinos en castigo por no respaldarlo.
Entre las acciones más sanguinarias de Sendero figura el asesinato en 1984 de 117 campesinos que rehusaron darle apoyo en Soras, Ayacucho.
En 1983, lo mismo ocurrió con 69 campesinos en la vecina Lucanamarca. En Lima, en 1992, un coche bomba mató a 25 personas e hirió a 150 en el barrio turístico de Miraflores.
Carlos MANDUJANO / Luis Jaime CISNEROS