Los incendios forestales que asolan al sur de Chile desde mitad de la semana han causado la muerte de 24 personas y la destrucción de 800 viviendas, informaron las autoridades el domingo, en momentos en que empieza a llegar la ayuda internacional al país.
Además existen 1.182 personas lesionadas, 21 de ellas con quemaduras de gravedad.
Según el último balance, se contabilizan 283 incendios en el país, de los cuales 151 ya están controlados. Los bomberos siguen combatiendo 71, 22 de los cuales se generaron en la última jornada.
Además, hay 10 detenidos por su posible vinculación al origen de los incendios, informó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien reiteró que estos delitos serán perseguidos con las máximas penas, que van de 5 a 20 años de cárcel. En la zona se ha prohibido la compra y traslado de bidones de combustible.
Monsalve señaló que, de manera preliminar, el fuego habría consumido unas 270.000 hectáreas en apenas unos días, menos que las más 500.000 de los terribles incendios que vivió el país en 2017, pero muy por encima de las 23.000 hectáreas que se registraban el año pasado por estas fechas.
El fuego afecta especialmente a tres regiones del sur del país, la Araucanía, Biobío y Ñuble que se encuentran bajo el estado de catástrofe, lo que permite movilizar recursos y la mayor participación de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el fuego comenzaba a afectar a por lo menos dos regiones más, Los Ríos y el Maule.
Monsalve señaló que las condiciones climáticas son más favorables el domingo para la contención de estos fuegos, pero las autoridades siguen trabajando para prepararse para la próxima semana, cuando las previsiones anuncian condiciones climáticas extremas favorables para la propagación del fuego.
En tanto, la ayuda internacional ya empezó a llegar al país tras la intensa gestión del presidente Gabriel Boric.
Argentina comprometió la llegada de brigadistas y, del otro lado del Atlántico, las autoridades recibían en la noche en el aeropuerto de Santiago el avión del Ejército del Aire anunciado por el presidente de España, Pedro Sánchez, con 50 elementos de la Unidad Militar de Emergencia “y material de última tecnología que incluye drones” para cooperar en la extinción de los incendios, algo en lo que el país europeo tiene experiencia.
“En España conocemos bien el drama de los incendios forestales”, tuiteó Sánchez, al anunciar el envío de ayuda, que fue agradecido por Boric.
“Muchas gracias Pedro, a ti y al pueblo español, por su rápido apoyo en estos momentos difíciles. ¡La solidaridad cruza océanos!”, respondió el mandatario chileno, quien el domingo por la mañana sostuvo una reunión con el sector privado, que está colaborando en el combate al fuego, antes de viajar de nuevo a la región del Biobío, donde participó en el velorio de una joven bombera fallecida.
El presidente francés Emmanuel Macron también ofreció ayuda a Chile para combatir el fuego, mientras que México, Colombia, Estados Unidos, Ecuador, Brasil y Perú, entre otros países de la región, también desplegaban ayuda a distintos niveles y en diferentes plazos de tiempo.
Por otra parte, se ha iniciado el catastro para comenzar con las labores de reconstrucción de los hogares, pero también la de “reconstrucción de las vidas”, señaló la ministra vocero Camila Vallejo, ya que muchos de los afectados, de zonas predominantemente agrícolas y ganaderas, han perdido también sus medios de vida.
El poblado de Santa Juana, en la región del Biobío, a unos 560 kilómetros de Santiago y uno de los más afectados por la tragedia, seguía con la labor de búsqueda de desaparecidos, y se confirmó la destrucción de al menos la mitad de las viviendas rurales de la comuna. A su vez también denunciaban el sufrimiento y la pérdida de muchos animales por parte de las familias.
AP
