Indigencia y salud mental en las calles

Santiago. La indigencia vinculada a padecimientos de salud mental continúa siendo un serio problema para la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Una gran parte de las calles y avenidas del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros están copadas de personas en extrema pobreza que utilizan las aceras como albergue.
Desde niños dominicanos y haitianos hasta mujeres y hombres mal viven en condiciones deplorables.
Desde hace un tiempo, una mujer decidió colocar un cartón como manta entre las calles 16 de Agosto con San Luis, frente a la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
En este antiguo edificio funcionó durante años el palacio de justicia de Santiago. La dama con aparentes problemas mentales desafía las altas temperaturas del día.
Condición miseria
Otra mujer, en igual condición de miseria económica, instaló su hogar en una acera de la calle diez del sector Ensanche Libertad, en la parte norte de Santiago.
Hasta hace poco tiempo, solo eran vistos hombres con problemas mentales en situación de indigencia en las calles de Santiago.

Sin embargo, desde hace tiempo, se observa una gran cantidad de mujeres en igual situación de mendicidad.
Algunos atribuyen la problemática a la carencia de políticas públicas, lo que ha incrementado la cantidad de niños en condición de calle, de menores víctimas de la prostitución y de adultos desamparados, que ven las aceras de las calles como espacios ideales para levantar hogares.
También el boulevard de la avenida Hermanas Mirabal sirve de refugio para vagabundos y enfermos mentales. Al menos dos hombres frecuentan este espacio. Entre cartones o ropas viejas son tirados en el cemento para convertirlos en cama.
Puentes peatonales son refugio adictos drogas
También los puentes peatonales acogen a los hogares.
Una de esas pasarelas es la que está ubicada a la entrada del sector Rafey en la parte suroeste del municipio y que conecta además con el ensanche Bermúdez. Los moradores de la zona muestran su preocupación debido a que allí es más frecuente que sirva de refugio a consumidores de drogas.
MIGUEL PONCE