Opinión

La caridad en el desarrollo de Hermanas Mirabal

POR PADRE ISAAC GARCIA.- Quien posa la vista y el alma sobre las tierras de la Provincia Hermanas Mirabal, se sumerge en un deleite profundo: la naturaleza lo abraza, la historia lo conmueve y la caridad le florece en cada rincón. De un lado, hermosas montañas de la Cordillera Septentrional y, del otro, el fértil horizonte del Valle del Cibao. Picachos y llanuras que invitan a la contemplación, al recogimiento y a la elevación del alma por encima de todo egoísmo y a abrazar la planificación del hermano pueblo: Salcedo, Tenares, Villa Tapia y del hermano mirabalense.

La productividad del amor abona sus tierras y las manos laboriosas que las hacen producir. La agricultura, en esta provincia, es comunión entre la tierra fértil y quienes la cultivan con esperanza, es el sol que abrasa la semilla y germina la planta, es la gota de rocío que humedece con ternura la hierba verde, el corazón de la tierra y la frente del labrador.

Hermanas Mirabal, es un lienzo espiritual, donde la Virtud Teologal del amor, produce cacao, café, yuca y plátano, que vuelven callosas las manos que timonean el arado, surcan el corte de la tierra, amuelan el machete y abonan las raíces que sostienen la hermosa Salcedoa Mirabaliarum y preservan su Reserva Científica. Rico es el arte que moldea artesanía: barro, fibras, madera y metal, que teje la identidad dominicana.

Aquí la caridad se convierte en cultura, museo, tradiciones, murales, educación, gastronomía, historia, naturaleza, dignidad humana, expresiones artísticas, festivales, identidad, respeto; crea lazos indelebles en aquel que se fue y sudor que cae de la frente del deportista y del agricultor; ríos, que fluyen como la gracia: Cenoví, Juana Núñez, Bacuí, Jamao, Blanco, Partido, Boba, Canete, Veragua y Jayabo, aguas subterráneas que irrigan la tierra negra, la vida y la esperanza; que purifican el corazón, hacen parir gestos de amor que entrelazan proyectos y vidas, sueñan futuro y fecundan la sociedad.

La caridad, en su expresión más alta, como dice San Pablo: “lo excusa todo, lo cree todo, lo espera todo, lo soporta todo”, más aún, “existen la Fe, la Esperanza y la Caridad; de estas tres, la mayor de todas ellas, es la Caridad” (1Cor 13, 7.13). Saulo, lo había aprendido de Jesús, cuando dijo: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Ese amor es heroico: el de Jesús, el de Juan Pablo Duarte, el de nuestras heroínas Patria, Minerva y María Teresa. Un amor que crea Cruz, Sangre, entrega, lucha contra la violencia, búsqueda de la paz y de justicia.

Como agua cristalina es el corazón de los ciudadanos de esta provincia; frescura y amor que transmiten respeto y testimonio de entrega, cuidado del Medio Ambiente, desarrollo humano, capacidad de planificación, crecimiento sostenible; integración de cultura, turismo y agricultura; la cimentación de una caridad estructural que se hace persona, bien común, dignidad, viva y palpitante, para todos.

Hermanas Mirabal es la provincia donde la caridad se hace vida, gestos, persona, fecundidad de la tierra, cuidado de la Creación, una llama que no se apaga, que hace florecer el campo y la ciudad, resiste la historia, exige dignidad; el cristiano, que lucha y espera; las que emergen silenciosas de su dolorosa metamorfosis, el amor que transforma, el verso que inspira y la sangre de las mártires, se alza en canto de libertad, porque cada habitante de estas tierras, lleva en el alma el legado y el valor de las Mariposas.

Redacción

Bienvenidos a la página oficial de CALLE56. Aquí podrás encontrar las ultimas noticias del acontecer mundial, nacional y de la ciudad de San Francisco de Macorís

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba