La OMS avisa de que decidir dónde y con quién ir es actualmente una decisión de «vida o muerte»
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a la población que se conciencien de que actualmente decidir qué se va a hacer, dónde se va a ir y con quién se va a estar es una decisión de «vida o muerte».
Y es que, tal y como ha avisado, más de 15 millones de personas en todo el mundo se han infectado por el nuevo coronavirus, enfermedad que además ha provocado la muerte de casi 620,000 personas. En la actualidad casi diez millones de los casos de Covid-19 se sitúan en diez países y, alrededor de la mitad de los nuevos diagnósticos en tres países.
«La pandemia ha alterado la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. Muchos han estado en casa durante meses y es completamente comprensible que las personas quieran seguir con sus vidas, pero no vamos a volver a la ‘vieja normalidad'», ha avisado Tedros.
Así, el director general de la OMS ha advertido a la población, especialmente a los más jóvenes, de que las decisiones de cada uno pueden ser la diferencia «entre la vida y la muerte» para una persona querida o para un «completo desconocido».
«En las últimas semanas hemos visto brotes asociados con clubes nocturnos y otras reuniones sociales, incluso en lugares donde se había suprimido la transmisión Debemos recordar que la mayoría de las personas aún son susceptibles a este virus. Mientras el Covid-19 esté circulando, todos están en riesgo. El hecho de que los casos puedan estar en un nivel bajo donde uno vive, eso no hace que sea seguro bajar la guardia», ha apostillado.
Así, Tedros ha recordado que todas las personas tienen un papel que desempeñar en la protección de sí mismas y de los demás, al tiempo que ha pedido a los jóvenes que realicen un movimiento global por la salud, por un mundo en el que la salud sea un derecho humano y «no un privilegio».
Del mismo modo, el dirigente de Naciones Unidas ha instado a los gobiernos a usar su legislación, no para forzar, sino para proteger la salud y, por ende, los derechos humanos. «Las leyes bien diseñadas pueden ayudar a construir sistemas de salud sólidos, evaluar y aprobar medicamentos y vacunas seguras e, incluso, crear espacios públicos y lugares de trabajo más saludables y seguros», ha zanjado.
EUROPA PRESS