Marileidy se abrazó a la bandera dominicana, a la Biblia y a su fe en Dios
Marileidy Paulino mostró su orgullo por la bandera tricolor.
Y también mostró al mundo su fe en Dios al conseguir su segunda medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, con la que enorgullece a todo un pueblo dominicano que la aupaba mientras corría en la pista olímpica.
Hubo quienes se desvelaron esperando la carrera, como el doble medallista olímpico Félix Sánchez, quien es parte del equipo técnico de los atletas dominicanos.
La joven de 24 años alzó la bandera dominicana en una mano y en la otra su Santa Biblia y una de sus zapatillas donde escribió “Dios es mi esperanza, amén”.
Su fe, su disciplina y una promesa a su madre le llevaron a conseguir la medalla de plata del 4×400 metros en la carrera de relevo y en 400 metros planos, siendo la primera dominicana con conseguir doble preseas en la misma justa olímpica.
La atleta, nativa de Don Gregorio, en Nizao, provincia Peravia, y de una familia de escasos recursos, tiene una arraigada fe cristiana y así se lo muestra a todos los que la ovacionan por sus triunfos.
Don Gregorio, de fiesta
Ayer su madre recibió un televisor del regalo de su compueblano Vladimir Guerrero, miembro del Salón de la Fama, quien nació y vive en esa misma comunidad. El regalo llegó luego de un reportaje de Noticias SIN, donde su madre, Anatalia Paulino, de 52 años, contó que en la casa no tenían un televisor para ver a su hija competir. Dijo que el plan familiar era ir a un colmado en las cercanías para disfrutar de la competencia.
Ahora Marileidy y su familia recibirán el incentivo prometido por el Gobierno dominicano, de ocho millones por cada medalla de Plata. Y también un dinero extra por haber participado en la medalla ganada en relevo, con otros cuatro compañeros.
Con este dinero la campeona olímpica podrá construirle la casa que le prometió a su mamá Anatalia Paulino.
Don Gregorio es la cuna de muchos deportistas que hoy ponen en alto el nombre de República Dominicana. Y en esta ocasión citamos solo a los Guerreros, tanto a Vladimir como a su hijo Vladimir Junior y ahora a Marileidy.
En el caso de Marileidy y Vladimir se destaca como similitud que proceden de familias de escasos recursos y que el desempeño en los deportes enorgullece a la patria de Duarte, Sánchez y Mella. Vladimir honra a su madre y Marileidy también. Esta ahora podrá cambiar el estilo de vida de su progenitora y hermanos como lo hizo el miembro de Cooperstown.
DEYANIRA POLANCO