Muelle de Cayo Levantado está en condiciones críticas

En medio de la bahía de Samaná, hay un pequeño islote que tiene un kilómetro de extensión, sus playas de arena blanca, sus aguas cristalinas y su exuberante vegetación tropical lo hacen un destino de ensueño.
Cayo Levantado es una de las joyas naturales más visitadas del país, ubicada a poco más de nueve kilómetros de la península de Samaná. Sin embargo, el muelle que sirve como punto de acceso principal para miles de visitantes nacionales y extranjeros se encuentra en condiciones críticas, generando preocupación entre guías turísticos, operadores locales y autoridades.
Durante la temporada de avistamiento de ballenas, la región experimenta un incremento significativo en la llegada de visitantes, provenientes no solo de Samaná, sino también de Punta Cana, Nagua, Monte Cristi y otras zonas del país. Pero el estado del muelle amenaza con convertir la experiencia en una pesadilla.
“Tenemos una península tan hermosa, con lugares como Las Terrenas, Playa Rincón o el Parque Nacional Los Haitises y, sin embargo, este muelle está en condiciones que son una catástrofe. Los soportes están destruidos, los pilotes oxidados y la madera de la pasarela totalmente desgastada o rota”, explicó Julián Pérez, quien tiene más de 15 años trabajando en Cayo Levantando y actualmente es capitán de un catamarán a motor.
Relató además que ha presenciado varios incidentes con turistas que, mientras intentan tomar fotografías, caen o tropiezan debido a las grietas del muelle. “Yo personalmente he tenido que ayudar a personas que meten los pies en los huecos. Algunos se han raspado, y gracias a Dios no ha habido lesiones mayores”, añadió.
El muelle carece de elementos básicos de seguridad, como cornamusas o pilotes adecuados para el amarre de embarcaciones, y tampoco cuenta con barandas que permitan a los turistas sostenerse al embarcar o desembarcar. “Le faltan los pies a los lados, la madera está podrida, y no se ha reemplazado en años”, denunció un guía consultado.
De acuerdo con los operadores turísticos, la infraestructura actual no está diseñada para manejar el volumen de visitantes que recibe. Solo en temporada alta, la observación de ballenas puede atraer hasta 100,000 personas, sin contar las excursiones combinadas que incluyen visitas a El Salto del Limón o Playa Rincón.
“En un solo día podemos tener entre dos mil y tres mil visitantes que pasan por este muelle, que lleva entre cuatro y cinco años en condiciones peligrosas. Hay al menos cinco muelles en la zona, y mientras otros han sido reparados hasta dos veces en los últimos años, el de Cayo Levantado sigue olvidado”, lamentó Iliana González, tour operadora y directiva de la empresa Motomarina.
Los guías y operadores coinciden en que es injusto que el muelle más utilizado de toda la bahía no haya recibido atención, mientras otros puntos con menor flujo turístico sí han sido remozados tras los efectos de huracanes u otros daños.
Cayo Levantado continúa siendo un símbolo de belleza natural y un atractivo internacional para República Dominicana, pero sus trabajadores insisten en que urge una intervención del Estado.
De su parte la gobernadora y el alcalde, reconocen que es necesario hacer la inversión en el muelle, aunque destacan que está en los planes del gobierno, ya que entienden que es una prioridad.
“Sabemos que el presidente tiene en proyecto junto al Ministerio de Turismo intervenir el muelle”, dijo Teodora Mullix, gobernadora de Samaná.
“Si queremos que Cayo Levantado siga siendo un destino de ensueño, tenemos que cuidar la seguridad de quienes lo visitan y garantizar la sostenibilidad de sus infraestructuras”, concluyó González.
INDIRA VASQUEZ