Santiago.- Las autoridades policiales investigan si un niño de diez años encontrado muerto se suicidó supuestamente porque su hermanita no le prestó su teléfono para jugar Free-Fire.
El menor hijo de Haify Yissell Castellanos Abreu, residente en la calle doctor Alejandro Llena, casa número 50 del sector Pueblo Nuevo, murió al presentar asfixia por ahorcadura, de acuerdo al informe del médico legista Gerardo Castillo.
En el levantamiento participó la fiscal Danioska García. El niño murió cuando recibía atenciones en hospital pediátrico Arturo Grullón.
De acuerdo a la versión de la madre, manifiesta que mientras se encontraba en su residencia junto al menor y sus otros hijos, este le sugiera a su hermana también menor 15 años, que le facilite su teléfono celular el iPhone 8 que es más cómodo y más rápido que el teléfono de él que es un Samsung Curve, para el realizar sus juegos de Free-fire.
La hermana manifestó a su hermanito que no tenía con ella el teléfono.
El informe policial establece que minutos más tarde el niño ve que su hermana carga consigo el teléfono y se molestó.
Luego su madre le dio una tablet de su otro hermano, también menor para que realizara su juego, y lo dejó en la cama instalando el juego.
Mientras la progenitora fue al baño se dio cuenta que la puerta delantera de la casa estaba abierta y al mirar al lado lateral izquierdo de la casa observó a su hijo menor que se encontraba colgando de los escalones de la verja del segundo nivel.
El niño se subió a una silla pequeña plástica de color, utilizando un cable eléctrico.
El lunes pasado, un joven de 20 años se quitó la vida en Moca, al lanzarse desde el polideportivo, al perder una suma cuantiosa de dinero en apuestas con el llamado juego Free-fire.
