No basta
POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- Cada feminicidio. Cada ases inato que involucra algún agente policial o militar. Cada muerte violenta entre hermanos o vecinos, viene acompañada de una ANDANADA de expresiones altisonantes. Se acompaña de promesas que a pocas horas se las lleva el viento.
“Cero tolerancia para el maltrato a la mujer y los femicidios”. ¿cuántas veces hemos escuchado esa promesa? Solo en los primeros 50 días de este 2023, nueve mujeres han muerto a manos de sus ex parejas. Deccenas están escondidas o huyendo para evitar ser asesinadas.
Claman por ayuda pero es como si sus voces no se escucharan en las esferas responsables de darles protección. Esas mismas que minutos después de la tragedia, levantan sus voces prometiendo justicia y condenas “ejemplares”. Detrás de cada caso una promesa.
La cantidad de ciudadanos asesinados por la policía en acciones violentas, confusas y sin aparente justificación, también se acompañan de similares compromisos de castigo y de imponer nuevas directrices. “Ese crimen no quedará sin castigo”. “Pedimos sanción ejemplar para los responsables”.
“La mayor pena será aplicada ante ese hecho” y muchos enunciados en boca de los responsables de hacer cumplir el mandato de la ley. Al final, los agentes son trasladados y…fin del caso. En el caso de los femincidios, y a pesar de las promesas y compromisos de tolerancia CERO, nada cambia. Pasó en los anteriores gobiernos y pasa ahora. Como una fotocopia. Solo han cambiado los protagonistas.
Cuando la mujer va a la fiscalía a quejarse, le expiden una orden de alejamiento que no sirve para nada. Incluso siguen usando a la propia víctima como mensajera, para llevar esa orden a su verdugo. Basta de promesas y compromisos vacíos. Es urgente una política protectora de VERDAD de la mujer y una transformación real y civilista de nuestros agentes policiales.