Nueva York podría enfrentar caos el lunes por trabajadores no vacunados
Basura que se acumula. Estaciones de bomberos cerradas. Menos policías y ambulancias en las calles.
Esa es la posibilidad para la que se prepara la ciudad de Nueva York el lunes, ya que hay una orden de vacunarse contra el COVID-19 y miles de trabajadores municipales no quieren obedecerla.
Policías, bomberos, recolectores de basura y la mayor parte de los otros trabajadores de la ciudad tenían como plazo hasta el viernes a las 5 p.m. para mostrar una prueba de que han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Los trabajadores que no cumplan serán puestos bajo licencia sin goce de suelo a partir del lunes.
El alcalde Bill de Blasio se mantuvo firme con respecto a la orden a pesar de que se caldearon los ánimos el viernes. Seis bomberos fueron suspendidos por llevar uno de sus camiones a la oficina de un legislador y amenazar a su personal por la orden de vacunarse.
Un día antes, bomberos y otros trabajadores se manifestaron frente a la residencia oficial de De Blasio, aparentemente los trabajadores de limpieza dejaron de recoger algunos depósitos de basura como protesta, y el mayor sindicato policial de la ciudad acudió a un tribunal de apelaciones para solicitar se suspendiera el requisito de vacunarse.
Pat Lynch, presidente de la Asociación Benevolente de la Policía, dijo que el plazo inamovible “prepara a la ciudad para una verdadera crisis”. Por su parte, Andrew Ansbro, presidente de la Asociación de Bomberos Uniformados, advirtió que los tiempos de respuesta más largos serán “una sentencia de muerte para algunas personas”.
De Blasio dijo el jueves que la ciudad tiene medidas de contingencia para mantener un número adecuado de personal y la seguridad pública, incluyendo tiempo extra obligatorio y turnos extra, herramientas que dijo se usan normalmente “en tiempos de crisis desafiantes”.
El alcalde dijo que la lentitud en la recolección de basura era “inaceptable”, y señaló que el departamento comenzará a operar en turnos de 12 horas y a implementar turnos dominicales para asegurar que los desperdicios no se acumulen.
“Mi trabajo es mantener segura a la gente… a mis empleados, y a 8,8 millones de personas”, declaró De Blasio en una conferencia de prensa virtual. “Y hasta que derrotemos al COVID, la gente no está segura. Si no detenemos al COVID, morirán neoyorquinos”.
La gente que se niega a vacunarse es ahora un factor importante en la continua propagación del coronavirus. Los que respaldan la orden de inocularse dicen que los neoyorquinos tienen el derecho a no ser infectados por servidores públicos que no están dispuestos a ser inyectados.
Las órdenes municipales también han recibido respaldo judicial. El viernes, un panel federal de apelaciones ratificó la orden del estado de Nueva York para que los trabajadores de salud se vacunen.
Hasta las 8 de la noche del pasado jueves, 33.400 trabajadores municipales seguían sin inocularse.
AP