SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El obispo de San Francisco de Macorís, pidió hoy a sus sacerdotes, respaldar al Papa Francisco, en la reforma eclesial.
Monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, dijo que al Papa Francisco, en esta gran tarea que el Espíritu Santo le ha encomendado para guiar a la iglesia hacia una comprensión y vivencia de la sinodalidad.
“El Papa Francisco es un gran renovador de la Iglesia y sin duda alguna lo podríamos comparar con grandes renovadores anteriores a él”, entiende el Obispo.
Agregó que él necesita de nuestras oraciones. “Él guía en nombre de Cristo la Iglesia, pero sin nosotros cualquier esfuerzo puede quedarse en simples ideas”.
Refirió que es bien conocido que aquellos hombres y mujeres que han tratado de renovar la Iglesia se han encontrado con momentos de dificultades, han recorrido un camino entre comprensiones e incomprensiones, entre mentiras y verdades, entre acusaciones pero también de reconocimiento e históricamente es la misma actitud del ser humano: el pasado fue mejor, en el presente estamos bien, para qué inventar.
Monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, emitió las consideraciones al pronunciar la homilía en Catedral Santa Ana, en la misa crismal, en presencia de todos los sacerdotes de la Diócesis de San Francisco de Macorís.
Realizó a estos, siete exhortaciones, siendo la primera el respaldo al Papa Francisco.
La segunda es caminar juntos, señalando que en varios sectores que manejan algunos medios de información, tanto privados como católicos, se leen noticias que nos quieren transmitir la imagen de una iglesia que va camino a un cisma, pues se resaltan las propuestas doctrinales atrevidas, los actos de desobediencia al magisterio ya sea por parte de obispos, sacerdotes o laicos, denunciando que dentro y fuera se esconden malas intenciones
“Estimados sacerdotes caminemos juntos en nuestra diócesis. Que los intereses de un servidor sean los del Evangelio; Que los intereses de cada párroco sean los del evangelio; Que los intereses de los fieles sean los del Evangelio; En fin, que no haya intereses personales que puedan opacar los intereses del evangelio”, significó.
En su tercera exhortación, el Obispo de la Diócesis, abogó por la unión de los sacerdotes, indicando que se debe caminar junto al hermano sacerdote, exponiendo que el prójimo más próximo de un sacerdote es el otro sacerdote.
“La fraternidad sacerdotal debe marcar nuestras relaciones, porque ella no sólo motiva al sacerdote sino también a los fieles en la parroquia, quienes al vernos dirán como se decían de los primeros cristianos «miren como se aman”, señaló.
Dijo que se debe estar al lado del hermano sacerdote, cuando pasa por crisis emocionales, espirituales y pastorales, se debe estar ahí con el hermano sacerdote cuando se enferma, pierde un familiar.
La cuarta exhortación fue referente a caminar junto a la comunidad parroquial, explicando que le resulta hermoso y se alegra al visitar una comunidad parroquial y escuchar «Monseñor no sé lo lleve!!!», expresión que muestra el cariño de la gente hacia su sacerdote.
“Tal expresión brota del corazón sincero y honesto de los fieles y es porque aprecian al sacerdote que los cuida, los estima, trabaja en equipo con ellos, escucha y presta atención a los consejos”, agregando que nuestra gente es celosa y a la vez colaboradora con su sacerdote y debemos aprovechar esta gran cualidad humana para impulsar los planes pastorales, las actividades parroquiales.
La quinta exhortación a los sacerdotes es, no olvidarse de los más pobres, explicando que el neoliberalismo y la agenda globalista, ha hecho crecer en muchos la percepción de que el mundo ha avanzado, que hemos crecido en desarrollo humano y que el asistencialismo es cosa del pasado.
“Pese a esa percepción la realidad está frente a nuestros ojos. Los pobres están ahí, ellos siguen muriendo por falta de una buena alimentación, por falta de un sistema de salud confiable y que llegue a todos”, denunció.
Monseñor De la Cruz Baldera, dijo que los pobres en nuestras parroquias quieren y exigen que sigamos siendo la voz de aquellos que no tienen voz.
“Escuchemos las palabras del Cardenal Hummes el día de la elección del Papa Francisco: “No te olvides de los pobres”. Esas mismas palabras deben seguir resonando en nuestros oídos y mover nuestros corazones hacia el corazón de los más pobres”.
Sostiene que esa acción y cuidado de los más pobres debe motivar a seguir organizando la pastoral social en las parroquias, apoyar las acciones que vayan en ayuda de disminuir la pobreza y superar las realidades contrarias a la dignidad humana.
La sexta exhortación es referente a amar el sacerdocio, que es un gran regalo de Dios, un regalo que quizás no nos merecemos.
“Cuidémoslo y vivámoslo como una vasija de barro revestida de oro fino. Vivir lo que somos nos traerá como recompensa, entre otras tantas, una vida realizada, alegre”, dijo.
Y la séptima exhortación fue amar a la iglesia, sobre la base de que ella es el cuerpo de Cristo vivo, la barca de Pedro que necesita de remadores fuertes, robustos y obedientes a quien la conduce.
El Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, entiende que en este mundo, caracterizado por el relativismo y el globalismo podemos correr el peligro de relativizar nuestro amor a la Iglesia y tratar nuestra iglesia como algo simple.
Refirió que sin embargo, ella es y seguirá siendo el lugar donde se hace visible el misterio de la salvación, siendo santa y pecadora siempre está ahí, protegida pero a la vez indefensa, fuerte pero a la vez débil.” Ella está aquí y necesita de nuestro amor y ternura, de nuestro cuidado. Que nuestro sacerdocio sea cada día una ofrenda de amor para la Iglesia”.
FRANCISCO CALDERON