Trump está en guerra contra los cárteles en el Caribe

WASHINGTON.- El presidente Donald Trump ha declarado que los cárteles de la droga son combatientes ilegales y dice que Estados Unidos se encuentra ahora en un «conflicto armado» con ellos, según un memorando del gobierno obtenido por The Associated Press el jueves tras los recientes ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe.
El memorando parece representar una afirmación extraordinaria de los poderes de guerra presidenciales. Trump declaró que, de hecho, el tráfico de drogas hacia Estados Unidos equivale a un conflicto armado que requiere el uso de la fuerza militar, una nueva justificación para acciones pasadas y futuras.
“El presidente determinó que Estados Unidos está en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas”, dice el memorando. Trump ordenó al Pentágono “realizar operaciones contra ellas de acuerdo con el derecho de los conflictos armados”.
“Estados Unidos ha alcanzado ahora un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en defensa propia y de otros contra los ataques continuos de estas organizaciones terroristas designadas”, dice el memorando.
Deja ver un posible nuevo momento no sólo en la disposición del gobierno a ir más allá de las normas de la autoridad presidencial para librar una guerra, sino también en la agenda de “Estados Unidos primero” de Trump, que favorece la no intervención en el extranjero. También plantea serias interrogantes sobre hasta qué punto la Casa Blanca pretende utilizar sus poderes de guerra y sobre si el Congreso ejercerá su autoridad para aprobar —o prohibir— tales acciones militares.
La declaración llega tras ataques a barcos en el Caribe
El mes pasado, las fuerzas armadas estadounidenses llevaron a cabo tres ataques mortales contra embarcaciones en el Caribe, a las que el gobierno acusó de transportar drogas. Al menos dos de esas operaciones se efectuaron contra embarcaciones procedentes de Venezuela.
Esos ataques se registraron luego de un incremento en la presencia de fuerzas marítimas estadounidenses en el Caribe mayor a lo que se haya visto en los últimos años.
El memorando no incluía una marca de tiempo, pero hace referencia a un ataque estadounidense del 15 de septiembre que “resultó en la destrucción de la embarcación, los narcóticos ilícitos y la muerte de aproximadamente 3 combatientes ilegales”.
“Como hemos dicho muchas veces, el presidente actuó en línea con el derecho de los conflictos armados para proteger a nuestro país de aquellos que intentan traer veneno mortal a nuestras costas, y está cumpliendo su promesa de enfrentarse a los cárteles y eliminar estas amenazas a la seguridad nacional para evitar que asesinen a más estadounidenses”, declaró la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly.
El Pentágono remitió las preguntas a la Casa Blanca.
Funcionarios del Pentágono informaron a los senadores sobre los ataques el miércoles, según una persona al tanto del asunto que no estaba autorizada a hacer comentarios públicos y habló a condición de guardar el anonimato.
Para varios senadores, lo que el gobierno de Trump expuso en la sesión informativa secreta en el Capitolio consiste en la la búsqueda de un nuevo marco legal que genera interrogantes, particularmente en cuanto al papel del Congreso en autorizar cualquier medida de este tipo, dijo esa persona.
El memorando presenta una justificación que se considera es la justificación del gobierno de los ataques militares que ya ha realizado contra embarcaciones en el Caribe —que han suscitado preocupaciones de los legisladores de que pudiesen ser ilegales—, y para cualquier acción futura.
No se dieron detalles sobre los cárteles atacados
Trump ha designado a varios cárteles de la droga latinoamericanos como organizaciones terroristas extranjeras, y previamente el gobierno había justificado la acción militar, diciendo que se trató de un incremento necesario en las acciones para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
Funcionarios del Pentágono no pudieron proporcionar una lista de las organizaciones terroristas designadas en el centro del conflicto, lo que generó mucha frustración entre algunos de los legisladores que fueron informados, según la persona al tanto del asunto.
Aunque “naciones extranjeras amigas han hecho esfuerzos significativos para combatir a estas organizaciones”, dice el memorando, estos grupos ”son ahora transnacionales y cometen ataques continuos en todo el hemisferio occidental como cárteles organizados”. El memorando dice que los miembros del cártel son “combatientes ilegales”.
A medida que el gobierno republicano ataca embarcaciones en el Caribe, senadores y legisladores de ambos partidos políticos han planteado objeciones, y presionaron a Trump para que acuda al Congreso y solicite autoridad sobre poderes de guerra para tales operaciones.
El primer ataque militar, llevado a cabo el 2 de septiembre contra lo que el gobierno de Trump dijo que era una lancha rápida que transportaba drogas, mató a 11 personas. Trump afirmó que la embarcación era operada por la banda Tren de Aragua, a la que Estados Unidos catalogó este año como organización terrorista extranjera.
Varios senadores y grupos defensores de los derechos humanos cuestionaron la legalidad de la medida de Trump. Dijeron que se trató de un posible exceso de la autoridad ejecutiva, en parte porque se utilizó a las fuerzas armadas para fines policiales.
El gobierno de Trump aún no ha explicado cómo fue que el ejército determinó cuál era la carga de las embarcaciones y la supuesta afiliación de los pasajeros a la banda antes de los ataques.
El senador Jack Reed, el principal demócrata en la Comisión de Servicios Armados del Senado, dijo que los cárteles de la droga son “despreciables y se les debe hacer frente con la policía”.
«El gobierno de Trump no ha ofrecido una justificación legal creíble, evidencia ni datos de inteligencia para estos ataques”, sostuvo Reed, un exoficial del ejército que sirvió en la 82da División Aerotransportada.
AP