El G7 muestra en Canadá la desunión entre sus miembros

Los principales diplomáticos del Grupo de los 7 se reunieron en Canadá el jueves, mientras las políticas comerciales y exteriores del presidente estadounidense Donald Trump, han puesto en desorden la unidad que antes era sólida del bloque.
La reunión comenzó apenas minutos después de que Trump amenazó con imponer aranceles del 200% sobre el vino europeo y otros alcoholes si la Unión Europea no retrocede en sus represalias contra los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio con un gravamen sobre el whisky de Estados Unidos.
La guerra comercial agrega incertidumbre a las relaciones entre Estados Unidos y sus aliados, de por sí tensas por la posición de Trump sobre la guerra de Rusia en Ucrania.
Es probable que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, escuche una serie de quejas mientras se reúne con los ministros de Exteriores de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón durante los próximos dos días en un resort nevado en La Malbaie, Quebec.
“La paz y la estabilidad están en la cima de nuestra agenda, y espero discutir cómo continuamos apoyando a Ucrania frente a la agresión ilegal de Rusia”, dijo la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, en breves comentarios al inicio de las reuniones. “Por supuesto, también queremos fomentar la estabilidad a largo plazo en el Medio Oriente”.
Rubio se reunió poco antes con Joly; llegó a Quebec apenas unas horas después de que los aranceles de Trump sobre el acero y el aluminio entraran en vigor, lo que provocó respuestas de la UE y Canadá.
Llegando desde Arabia Saudí, donde logró un acuerdo de Ucrania para un alto el fuego de 30 días en la guerra, pendiente de la aprobación de Rusia, Rubio desestimó las sugerencias de que enfrentaría una recepción incómoda de sus homólogos.
Sin embargo, Joly, la anfitriona de la reunión, dejó claro que Canadá, al menos, no retrocedería. Trump ha sido, sin duda, más antagonista hacia Canadá con su persistente discurso de que se convierta en el 51er estado de Estados Unidos, además de imponer aranceles adicionales y lanzar insultos repetidos contra su liderazgo.
Antes de las conversaciones, la canciller declaró que “en cada reunión, plantearé el tema de los aranceles para coordinar una respuesta con los europeos y presionar a los estadounidenses”. Señaló que Trump “repitió su irrespetuoso comentario del 51er estado”.
Por su parte, Trump redobló su retórica contra Canadá durante una reunión en la Oficina Oval el jueves con el jefe de la OTAN, Mark Rutte. “Para ser honesto, Canadá solo funciona como un estado”, expresó Trump, quien agregó que no va a cambiar de opinión sobre los aranceles que está imponiendo a Canadá. “Nos han estafado durante años”, dijo. “No vamos a ceder”.
Rubio minimizó esos comentarios de Trump, diciendo que el presidente solo estaba expresando lo que él piensa que sería una buena idea.
El grupo del G7 “no es una reunión sobre cómo vamos a apoderarnos de Canadá”, aseguró Rubio.
La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, dijo que las naciones del G7 deberían evitar el pánico y publicó un mensaje de apoyo a Canadá en la red social X, con una foto de ella y la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas. “Te respaldamos, @melaniejoly”, escribió. “#Canadá #Solidaridad”.
“Hemos aprendido todos juntos en estos tiempos geopolíticos inestables… especialmente en momentos en que tu corazón realmente late, es importante mantener la calma”, dijo Baerbock a los periodistas. Señaló que el G7 ha sido “una potencia… para la libertad, para nuestro entendimiento común de la paz”.
Enfrentando a aliados mientras se implementan los aranceles
Rubio dijo que los socios del G7 deberían entender que los aranceles son una “decisión política” de Trump para proteger la competitividad estadounidense.
“Creo que es bastante posible que podamos hacer estas cosas y al mismo tiempo tratar de manera constructiva con nuestros aliados, amigos y socios sobre todos los otros temas en los que trabajamos juntos”, dijo Rubio a los periodistas durante una escala en Irlanda mientras se dirigía a Canadá tras conversaciones con funcionarios ucranianos en Arabia Saudí. “Y eso es lo que espero del G7 y de Canadá”.
Cuando se le preguntó si esperaba una recepción difícil de sus homólogos, Rubio desestimó la pregunta: “No lo sé, ¿debería hacerlo? Quiero decir, nos han invitado a venir. Tenemos la intención de ir. La alternativa es no ir. Creo que eso en realidad haría las cosas peores, no mejores”.
Rubio fue una ausencia notable de una reunión de ministros de Exteriores del G20 —un grupo más grande, pero menos poderoso que incluye naciones en desarrollo— el mes pasado en Sudáfrica debido a sus preocupaciones de que la agenda, que incluía el cambio climático y la diversidad, no encajaba con las políticas del gobierno de Trump.
La agenda de la reunión del G7 incluye discusiones sobre China y el Indopacífico, Ucrania y Europa, estabilidad en el continente americano, Oriente Medio, seguridad marítima, la relación entre África y China, Corea del Norte, Irán y Rusia.
Conversaciones sobre la paz en Ucrania
Rubio y el asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, estuvieron en Yeda, Arabia Saudí, a principios de semana asegurando una posible gran victoria para su gobierno: un posible alto el fuego para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, un tema que ha interesado al G7 desde incluso antes de que comenzara el conflicto.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, llegó el jueves a Rusia para conversaciones con funcionarios sobre la propuesta.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo el jueves que, en principio, está de acuerdo con la propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días, pero que los términos deben ser trabajados, enfatizando que debería allanar el camino hacia una paz duradera.
“La idea en sí es correcta, y ciertamente la apoyamos”, dijo Putin en una conferencia de prensa en Moscú. “Pero hay cuestiones que necesitamos discutir, y creo que necesitamos discutirlo con nuestros colegas y socios estadounidenses”.
No hubo comentarios inmediatos de los funcionarios del G7 a los comentarios de Putin, aunque se esperaba que los participantes fueran cautelosamente optimistas.
Sin embargo, el aparente deseo de Trump de reintegrar a Putin en el grupo —lo que incluyó decir que le gustaría que Rusia vuelva a unirse al grupo para restaurarlo como G8— sigue alarmando a los miembros del G7. Los demás miembros se unieron en apoyo a Ucrania, con grandes cantidades de asistencia militar y sanciones económicas punitivas contra Moscú, después de que comenzara la invasión en febrero de 2022.
Rusia fue expulsada del G8 después de anexionarse la península ucraniana de Crimea en 2014.
Entre los grupos internacionales, el G7 —cuyos miembros, con la excepción de Japón, son todos aliados de la OTAN— ha sido el más duro con Rusia.
En la última reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7 antes de la invasión de 2022, los miembros advirtieron a Rusia en una declaración conjunta en diciembre de 2021 sobre “enormes consecuencias” si atacaba a Ucrania. Tres meses después, coordinaron la imposición de amplias sanciones financieras, de viajes y otras medidas contra Moscú.
Desde la victoria electoral de Trump, eso parece estar cambiando, al menos desde el lado estadounidense.
Rubio dijo que su objetivo no era antagonizar con Rusia mientras considera la propuesta de alto el fuego “emitiendo declaraciones que sean abrasivas de alguna manera”. Señaló que todas las sanciones contra Rusia siguen vigentes, pero que nuevas amenazas de medidas podrían ser contraproducentes para lograr que Putin apoye el plan de paz de Estados Unidos.
bajo Dudas la unificaciÓn de condena a Rusia
Eso pone en duda las esperanzas de que el G7 pueda unificarse en torno a una declaración común condenando a Rusia.
Reino Unido, junto con Francia, ha liderado esfuerzos para establecer una “coalición de los dispuestos” para ayudar a salvaguardar un futuro alto el fuego en Ucrania, incluso con tropas en el terreno. El primer ministro británico, Keir Starmer —quien ha dicho que el plan solo funcionará con garantías de seguridad de Estados Unidos que lo respalden— planea organizar una reunión virtual de unas dos docenas de países el sábado para discutir el progreso.
Por ahora, Rubio y otros funcionarios del gobierno de Trump se han negado a respaldar a las fuerzas de paz europeas.
AFP